El poder de la comunidad | Blog de Cáritas Barcelona
Opinión / 12/02/2025

El poder de la comunidad

Publicado por: Felipe G. Herrera Domínguez

Organizarse es sinónimo de encontrar la motivación de las personas para cambiar la realidad. Para conseguirlo, necesitamos compartir con los demás aquello que nos afecta y pasar a la acción. Este es el objetivo de generar comunidades con poder

Fiesta de Cáritas en Santa Coloma de Gramenet

Desde Cáritas siempre hemos acompañado y acompañamos a las personas en el ejercicio de sus derechos. Explicamos cómo sufren, denunciamos las situaciones de injusticia que viven y les explicamos los derechos que tienen como ciudadanos y ciudadanas. Ahora trabajamos para dar un paso más, para que puedan organizarse, ser capaces de conseguir la mejora en sus condiciones y hacerlo de forma autónoma.

A partir de estas ganas de dar un paso adelante hemos tenido la oportunidad de conocer al cura Leo Penta (Nueva York,1952). Mn. Leo tiene una larga experiencia acompañando a personas, siempre con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida. Ha trabajado en países como Estados Unidos, Países Bajos o Alemania, y en cuestiones tan variadas como el acceso a la vivienda, los derechos laborales o extranjería. A partir de distintas conversaciones con Mn. Leo, surgió la oportunidad de formar a varias personas de Cáritas en la organización comunitaria.

Encuentro de líderes celebrado durante el 5º aniversario de Coloradans for the Common Good (CCG), entidad que forma parte de la Industrial Areas Foundation

Así, un cura, un voluntario y dos personas contratadas de Cáritas asistimos a la ciudad de Denver para formarnos en aspectos de la acción comunitaria. Esta formación, impartida por la Industrial Areas Foundation, invita a más de 100 líderes de barrios y ciudades del sur de Estados Unidos, o Canadá, entre otros países. El objetivo del encuentro fue fortalecer las capacidades de estos líderes, descubrir sus potenciales y compartir experiencias. Lo primero que nos sorprendió es la diversidad de estos líderes: curas, rabinos, imanes, campesinos, mujeres afrolatinas con hijos en prisión, personas jubiladas, jóvenes, voluntariado de parroquias o ministros de iglesias protestantes. Son personas que nos costaría identificar como líderes, pero que han sido capaces, por ejemplo, de negociar con políticos o personas de poder para cambiar la realidad de sus comunidades.

Conocimos el caso de René, un campesino migrante que ha luchado para la mejora de las condiciones de los temporeros en California, Marta que ha conseguido una biblioteca para su escuela, o Mario un cura de El Salvador que ha luchado para la mejora de los espacios públicos de un distrito degradado.

¿Pero qué hace que personas tan diversas en origen, cultura, clase social, ideología o religión se junten? La respuesta es muy sencilla. En algún momento de la vida, todos y cada uno de nosotros hemos sufrido alguna injusticia, y esta injusticia nos ha enfadado. La pregunta que debemos hacernos es si ante este enfado estamos dispuestos a hacer algo. Organizarse es sinónimo de encontrar la motivación de las personas para cambiar la realidad, pero siempre desde elementos concretos y que nos afecten de forma directa. Para lograrlo necesitamos compartir con los demás lo que nos afecta y pasar a la acción. Este es el objetivo de generar comunidades con poder.

Vecinos y vecinas de Torre Baró escogiendo el nombre de la plaza donde se ubica el centro abierto de Cáritas

Poder es la palabra que más oímos en ese encuentro. Es una palabra que a veces da miedo, y que normalmente tiene connotaciones negativas. Pero desde la organización comunitaria debemos leerla de forma positiva, ya que el poder es la capacidad de cambiar las cosas. Hay que trabajar para que las personas reconozcan su poder y liderazgo, aprendan a negociar, a hablar en público en situaciones en las que se sienten presionadas, aprendan a utilizar el humor, a sentir curiosidad y saber reconocer los intereses de los demás, a reconocer que nos enfadamos, y también trabajar con los demás para construir organizaciones transversales y acogedoras.

Las experiencias vitales que captamos durante el encuentro han sido nuestro principal aprendizaje. Hemos aprendido a ver poder y liderazgo en personas que seguramente, antes de la formación, nunca hubiéramos visto. Hemos conocido parroquias que se organizan ante la injusticia, curas que quieren compartir su liderazgo y, sobre todo, personas que se organizan para mejorar sus condiciones de vida y las de su comunidad.

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Técnico comunitario de Cáritas Diocesana de Barcelona

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