Lo ha destacado la XAPSLL con motivo del día europeo de las personas sin hogar, advirtiendo que cada vez es más común encontrarse a personas que, a pesar de tener trabajo, viven en situación de calle.
Con motivo del 23 de noviembre, día europeo de las personas sin hogar, 36 entidades y el Ayuntamiento de Barcelona, que conforman la XAPSLL (Xarxa d’Atenció a les Persones Sense Llar de Barcelona) se han concentrado un año más en la Plaça Sant Jaume de Barcelona.
Las entidades han denunciado la situación de desprotección que sufren las personas que viven en la calle. Para ello, un grupo de teatro formado por personas atendidas por la Obra Social Sta. Lluïsa de Marillac han hecho una representación teatral para incidir en la importancia de poner sus derechos en el centro, pidiendo que las personas no queden “fuera de cobertura” y haciendo énfasis en las dificultades que tienen para garantizar sus derechos. Seguidamente, se han repartido mochilas artesanales elaboradas por las personas que han actuado en la obra. El contenido de las mochilas han sido dibujos y mensajes, donde se reclaman aquellos derechos que ven vulnerados, y conseguir que la ciudadanía sepa cuáles son los sueños y deseos de las personas que están en situación de sin hogar. Seguidamente, cuatro personas atendidas de diferentes entidades de la XAPSLL han leído el manifiesto anual, y finalmente todas las personas asistentes han hecho piña para que los castellers Engrescats de la Universitat Ramon Llull construyeran un pilar y desplegaran la pancarta con el lema “Nadie sin hogar”.
El trabajo, un elemento necesario que no garantiza salir del sinhogarismo
Durante el acto, Fina Contreras, responsable del programa de Sin Hogar y Vivienda de Cáritas Barcelona y Maite Mauricio, de la cooperativa Suara han explicado que las entidades sociales que conforman la XAPSLL, así como la administración local, están dando respuesta habitacional a 2913 personas en Barcelona, un 4% más que el año anterior.
Contreras ha destacado que el último diagnóstico 2022 de la situación de sinhogarismo en Barcelona elaborado por la XAPSLL advertía que cada vez es más común encontrarse personas que, aunque tienen trabajo, viven en situación de calle. “A pesar de que el sinhogarismo se asocia con una falta de ingresos económicos y con una exclusión del mercado laboral, el 27,6% de las personas encuestadas decían que estaban realizando o habían empezado una actividad laboral. Esto nos preocupa, puesto que demuestra cómo el trabajo ya no es un factor suficiente para salir de la situación de pobreza y exclusión social”, ha advertido. Los ingresos de estas personas difícilmente superan los 800€ mensuales, demostrando que la imposibilidad de acceder a un alquiler asequible o el incremento de precios de los productos de primera necesidad están causando estragos en las personas más vulnerables de la ciudad. Cuestiones como el género, el origen étnico y geográfico, la racialización o la edad son factores sociales que interactúan entre sí, y que definen la estructura de oportunidades de las personas. Así, ser mujer, joven, migrante o una persona mayor puede aumentar el riesgo de verse abocado a una situación de sinhogarismo.
Las portavoces de la XAPSLL también han querido destacar que un 54,1% de las personas en situación de sin hogar atendidas en equipamientos y servicios residenciales durante 2022 eran de nacionalidad extranjera no comunitaria. “La exclusión administrativa que hace que las personas migrantes no dispongan de permiso de residencia o de trabajo, que sumado a una debilidad de las redes de apoyo familiar, las sitúa en una mayor probabilidad de sufrir situaciones de sinhogarismo”, ha afirmado.
En este sentido, la XAPSLL ha pedido que las actuaciones de la administración para favorecer la inserción laboral de las personas atendidas tengan en cuenta que encontrar un trabajo solo es una parte del proceso de recuperación para las personas que han pasado por situaciones de sinhogarismo. “Detectamos una carencia de políticas generadoras de puestos de trabajo compatibles con situaciones de exclusión residencial. Quien ha vivido estas situaciones requiere unas políticas inclusivas, ya que los itinerarios de inserción laboral tradicionales pueden convertirse en hostiles, frustrantes e inadecuados”, ha dicho.