9 de cada 10 personas mayores que cuentan con el apoyo de Cáritas Diocesana de Barcelona tienen una pensión igual o inferior a 502€
La población catalana de 65 años o más ha aumentado de manera progresiva y constante en las últimas décadas y lo seguirá haciendo en el futuro. Se trata de un proceso vinculado al aumento de la esperanza de vida que sucede en la mayoría de los países desarrollados. En 2016, casi 1,4 millones de personas tenían 65 años o más en Catalunya. De estas, un 16% estaban en riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE), según datos del IDESCAT. La mayoría de las personas mayores que reciben el apoyo de Cáritas Diocesana de Barcelona se encuentran en esta situación de pobreza, y esta Navidad queremos acercarnos a un colectivo que muy a menudo es invisible.
Durante 2016 acompañamos a 1.312 personas de más de 65 años, un 11% más que en 2015. El 70% de estas personas mayores viven solas, cifra que contrasta con el 17,6% que se encuentran en esta situación en Catalunya (300.000 personas, 175.000 de las cuales viven solas sin desearlo, según el último informe INSOCAT de ECAS). En materia económica, 9 de cada 10 personas mayores a las que apoyamos tienen una pensión igual o inferior a 502€, y también destaca la feminización de la pobreza en las personas mayores, ya que 7 de cada 10 son mujeres. Las mujeres tienen mayor riesgo de pobreza que los hombres, ya que cuentan con pensiones más bajas por el hecho de no haber cotizado o haber tenido trayectorias laborales más cortas, intermitentes y salarios más bajos.
Cuando las personas mayores ya no pueden estar en casa correctamente atendidas, la espera de plaza en residencia puede generar mucho malestar y angustia. Hay que garantizar y ampliar las plazas de calidad en residencias para dar cabida al creciente número de personas mayores, que en muchos casos tienen ingresos bajos.
Denunciamos los largos tiempos de espera de muchas personas para ser valoradas y por reconocerles el grado de dependencia, período durante el cual su salud se agrava. Lo mismo ocurre con las personas que solicitan revisión de grado: algunas veces, cuando les llega la resolución, ya están muertas. Las valoraciones de la administración solo miden la dependencia, y no tienen en cuenta los factores sociales o de salud (enfermedades mentales, etc.)
Por último, pedimos revisar la PNC (pensión no contributiva) al alza, que actualmente se sitúa en 368,90€ por 14 mensualidades al año. Es necesario que esta se otorgue como un derecho individual y no en función de la convivencia. No podemos aceptar que si dos personas de una unidad familiar son perceptoras de la PNC, eso las penalice.
Las personas mayores nos aportan sus vivencias y experiencias, y tenemos que acompañarlas en el último tramo de su vida. El deseo de esta Navidad es que las personas mayores vivan con esperanza y cuenten con una mano a la que cogerse y hacer camino en compañía. La soledad es un problema muy acusado en nuestra sociedad, y es responsabilidad de todos hacerle frente.