Marchugaun es un pequeño pueblo de 120 habitantes ubicado a 30 kilómetros del epicentro del terremoto que sacudió Nepal el pasado 25 de abril. Allí, el 75 por ciento de los edificios han resultado destruidos, y los supervivientes del seísmo se hacinan dentro de tres tiendas de campaña que se han montado de manera improvisada en plena calle. Los que aún conservan sus casas en pie no pueden volver a ellas porque han aparecido grietas en las paredes y el riesgo de derrumbe es muy alto.
“Nadie está durmiendo estos días –cuenta Issor, un campesino local–, porque tienen miedo y porque entran en la tienda por turnos; no hay espacio suficiente para todos”.
Por eso, para Tham y su familia, poder tener su “propio refugio temporal” sería un “lujo”. “Todavía tenemos algo de comida y podemos conseguir agua; pero me gustaría tener una lona sólo para mi esposa y mis hijos”, dice Tham.
Esta petición de refugio –una necesidad urgente, aunque los supervivientes del terremoto la vean un lujo- se repite en todas y cada una de las aldeas rurales de las áreas de Gorkha, Sindhupalchowk, Kavre y Nuwakot a las que ha llegado Cáritas.
Las lluvias, los deslizamientos de tierras, las carreteras cortadas y la orografía del terreno hacen muy difícil llegar a estas zonas remotas de Nepal, pero las organizaciones humanitarias hacen lo imposible por lograrlo. Cáritas Nepal, con el apoyo de la red internacional de Cáritas, ya ha llevado ayuda urgente a 30.000 personas. Refugio, abrigo, alimentos, agua y artículos de higiene son las principales necesidades de los supervivientes del terremoto del 25 de abril.
Y es que la crisis humanitaria es enorme: ocho millones de personas se han visto afectadas, 7.365 han fallecido, más de 500.000 han perdido su casa o han sufrido destrozos en la misma y 3,5 millones necesitan ayuda alimentaria urgente.
Cáritas responde a la emergencia
Cáritas Internacional ha desplegado en el terreno a 32 técnicos expatriados de nueve Cáritas nacionales, además de otros cuatro equipos –cada uno de ellos integrado por seis personas– para apoyar el trabajo de Cáritas Nepal.
Al mismo tiempo, Cáritas Nepal ha lanzado un Emergency Appeal (llamamiento de emergencia/EA) a los miembros de la Red Internacional de Cáritas (entre los que se encuentra Cáritas Española) por 2,6 millones de euros.
Con este presupuesto inicial, se cubrirá la primera fase de la respuesta a la emergencia que durará los dos meses siguientes y se centrará en ayudar a 20.000 familias especialmente vulnerables de siete distritos: Kavrepalalock, Nuwakot, Lamjung, Dhading, Olkhandunga, Ghorka y Sindapalchok.
Cáritas Española ha estado desde el primer momento al lado de la población nepalí y ha respondido al llamamiento de emergencia de nuestra Cáritas hermana. El 25 de abril, activó su protocolo de respuesta a las emergencias para coordinar con Cáritas Internationalis su apoyo a las acciones más urgentes. Y sólo unos pocos días más tarde, aprobó el envío de una partida inicial de 300.000 a Cáritas Nepal (100.000 euros de su fondo de emergencias, y 200.000 aportados por Inditex). Además, lanzó la campaña “Cáritas con Nepal” para movilizar la solidaridad de los donantes con las víctimas del desastre.
