Cáritas Diocesana de Barcelona participa en la presentación del informe “Fam oculta a Catalunya, un obstacle en la igualtat d’oportunitats” elaborat per ECAS (Entitats Catalanes d’Acció Social)
“El hambre oculta la padecen 2.000 millones de personas en el mundo”, con este dato se inició la presentación del informe “Fam oculta a Catalunya, un obstacle en la igualtat d’oportunitats” elaborado por ECAS. El informe pone sobre la mesa los riesgos que conlleva una mala alimentación desde el punto de vista de la salud y el desarrollo físico y mental, especialmente en los niños.
Mercè Darnell, Adjunta a la Acción Social de Cáritas Diocesana de Barcelona, destacó que, si bien la dieta mediterránea es una buena opción para garantizar la alimentación, “la gente que vive al día no tiene tiempo para pensar en su dieta”. Darnell puso en valor la labor de las entidades sociales como Cáritas Diocesana de Barcelona para garantizar necesidades básicas como la alimentación.” Si garantizamos una estabilidad a las familias, éstas tendrán más tiempo para planificar su compra y valorar lo que consumen”, indicó.
Realizar la compra en familia o compartir las comidas con todos los miembros del hogar refuerza los lazos relacionales y evita que las situaciones de exclusión social se agraven. Sin embargo, Darnell afirmó que no sólo hay que poner deberes en los hogares, sino que las escuelas deben promover la educación a través de la alimentación. “los datos indican que si los alumnos se sirven los alimentos en la escuela, miden mejor las cantidades ingeridas y aprenden a colaborar con el resto de compañeros que se sientan en la mesa”, remarcó Darnell.
En esta línea, el doctor en medicina y nutrición Lluís Serra Majem, advirtió que las personas afectadas por malnutrición en Catalunya probablemente han pasado del 4% al 8% como consecuencia de la crisis económica.
Frente a los retos alimentarios, Teresa Crespo, presidenta de ECAS, afirmó que la pobreza es un fenómeno multifactorial, ya que no comer carne o pescado también empobrece. Crespo propuso la incorporación de nutricionistas los Centros de Atención Primaria para hacer un seguimiento de los casos más sospechosos de malnutrición. Asimismo, incidió en la idea de promover la dieta mediterránea y adquirir productos de proximidad con el fin de favorecer una economía local y de calidad.