Cáritas Diocesana de Barcelona denuncia que a pesar de la aparente mejora del mercado laboral, las personas más vulnerables siguen sin poder salir de la precariedad
Con motivo del 1 de mayo, Día Internacional de las personas trabajadoras, denunciamos que los colectivos que más sufren la precariedad laboral son las personas mayores de 55 años, jóvenes, y madres con hijos. Todas ellas quedan invisibilizadas respecto los poderes públicos y la sociedad.
Para hacer visibles a estas personas y que no caigan en el olvido, hemos colocado siluetas de personas con la ciudad de Barcelona en el horizonte. Estas siluetas no tienen rostro, y simbolizan la invisibilidad y despersonalización que sufren los colectivos más vulnerables.
Los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) muestran que el mercado laboral actual se caracteriza por perpetuar las condiciones de precariedad laboral, con una elevado subempleo (más de 230.000 personas con jornada parcial querrían trabajar más horas y no encuentran trabajo), contratos temporales de muy corta duración, escasa protección social (poca cobertura por desempleo y baja cuantía de las pensiones), bajos salarios y dificultades para conciliar vida laboral y familiar, junto con un paro elevado (458.700 parados en Catalunya).
A pesar del aumento del empleo del 3,3%, hay que tener en cuenta la situación de aquellas personas más vulnerables, que sigue empeorando. Aquellas personas paradas de larga duración son más de 200.000, y representan el 46,5% del total de personas paradas. De estos, casi 150.000 hace más de 2 años que no encuentran trabajo. Más de 90.000 hogares no perciben ningún ingreso, y representan el 2,9% del total de hogares catalanes. Además, el 100% de las personas atendidas por Cáritas Diocesana de Barcelona están en situación de precariedad: 8 de cada 10 se encuentran en paro y 2 de cada 10 son trabajadores pobres.
“Las personas merecen una igualdad de oportunidades, porque tienen rostro, porque tienen nombre, porque tienen una vida, y no pueden cubrir las necesidades más básicas”, ha denunciado Dessirée Garcia, responsable del Programa de Formación e Inserción Laboral de Cáritas Diocesana de Barcelona.
Garcia también ha pedido que la política esté al servicio del trabajo decente. “Es imprescindible la colaboración de todos los agentes, especialmente del sector empresarial, sindicatos y administraciones públicas, para generar espacios de empleo digno y estable, y contribuir al desarrollo de las personas y de la sociedad“, concluye la responsable de formación e Inserción Laboral de Cáritas Diocesana de Barcelona.