Voluntariado / 28/11/2023

El voluntariado: el corazón de Cáritas

Publicado por: Jordi Julià Sala-Bellsolell

2.922 personas voluntarias colaboran con Cáritas Diocesana de Barcelona de manera altruista. Son el corazón de Cáritas y, sin ellas, buena parte del trabajo de la entidad no sería posible.

Con motivo del Día Internacional del Voluntariado de 2022, el papa Francisco definió el voluntariado como una “fuerza de choque” que permite salirse de lo establecido para conseguir algo. Para el papa Francisco, pero también para Cáritas, las tareas solidarias como el voluntariado no implican solo “trabajar para la gente”, sino “trabajar con la gente”.

Los voluntarios y voluntarias de Cáritas son fundamentales para dar respuesta a las más de 35.000 personas que la entidad acoge y acompaña. Cada una de las personas voluntarias, desde su compromiso libre y desinteresado, comparte parte de su tiempo y de sus conocimientos. Todos, según sus posibilidades, acaban por encontrar su espacio, y así contribuir a la misión de Cáritas, que es estar junto a los que más sufren.

Isaac Compañó, responsable del Departamento de Desarrollo de Personas de Cáritas Barcelona, afirma que la esencia de la acción social y de la misión de Cáritas la ejerce el equipo humano de Cáritas, y especialmente las personas voluntarias, y que a pesar de ser una entidad con unos 400 puestos de trabajo internos y externos, el día a día sería imposible sin la contribución del voluntariado. “Existen instituciones que sin personas contratadas no funcionarían, y otras que sin voluntarios y voluntarias no podrían salir adelante. En el caso de Cáritas, las personas contratadas son importantes, pero si no tuviéramos personas voluntarias no podríamos llegar a todo lo que hacemos”, dice.

Un único equipo humano

Cáritas concibe al individuo como transformador de la sociedad, independientemente de su papel en la entidad. “Contamos con un único equipo humano de personas, y tanto las contratadas como las voluntarias pueden formar parte de órganos de decisión, ejercer responsabilidades y liderar proyectos. Un claro ejemplo lo tenemos en el consejo de Cáritas, que está formado por personas contratadas y voluntarias”, explica Compañó. En su caso, Compañó comenzó trabajando en Cáritas en el año 2015, pero es voluntario desde mucho antes. “Estaba muy vinculado en la parroquia de mi pueblo, en el esplai parroquial, en el consejo pastoral… Empecé mi voluntariado asesorando en el ámbito social, y posteriormente creando sinergias entre Cáritas y el Ayuntamiento del municipio. Nunca dejamos de ser voluntarios de la entidad, y desde diferentes roles podemos contribuir a la mejora de la sociedad”.

“La juventud entiende el voluntariado de manera diferente”

En cuanto a los retos de la entidad, el responsable de Desarrollo de Personas admite que faltan jóvenes, pero que es una tónica general en todas las entidades. Así, en el caso de Cáritas, casi 300 personas voluntarias son menores de treinta años, y representan un 9,5% del total del voluntariado. “Los jóvenes buscan un voluntariado más puntual, durante un periodo de tiempo más corto. También es normal, puesto que tienen otras responsabilidades y son más dinámicos, y esto provoca que tengamos que adaptar los voluntariados a un curso escolar o a unos meses concretos”, explica.

Si hablamos del perfil actual de las personas voluntarias, la mitad son mayores de 65 años, y casi 7 de cada 10 son mujeres. En cuanto a su compromiso, de media las personas voluntarias colaboran con Cáritas durante cuatro o cinco años. “Esto no lo encontramos en la gran mayoría de las entidades, y tenemos el placer de contar con un voluntariado comprometido, en consonancia con la identidad de Cáritas”. Si analizamos el voluntariado social que las personas llevan a cabo, 4 de cada 10 destinan parte de su tiempo en el programa de necesidades básicas, y el resto se reparten en cuestiones tan importantes como el acompañamiento a personas mayores, la formación e inserción laboral, el apoyo a niños, niñas y jóvenes o el asesoramiento en cuestiones como la vivienda o el proceso migratorio, entre otras.

“Todo el mundo tiene cabida en Cáritas, y lo más relevante es que cada uno sepa encontrar lo que le motiva. Hay personas que quieren hacer un voluntariado que no tenga nada que ver con lo que se han dedicado profesionalmente toda su vida laboral. Esta motivación, en cada una de las personas, es diferente, y el objetivo es que encuentren la respuesta a la pregunta “y tú, ¿qué quieres?, ¿qué esperas?, ¿a qué aspiras?, ¿cuál es tu objetivo?”.

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Politólogo especializado en Comunicación Política y Social. Trabajando para sensibilizar y denunciar desde el Área de Comunicación y Relaciones Institucionales de Cáritas Diocesana de Barcelona. Dando voz a las personas vulnerables podremos construir una sociedad más justa.

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