“Porque es posible. Ninguna persona sin hogar”. Este es el lema de la Campaña Sin Hogar 2015 que se presentó el miércoles 18 de noviembre al Seminario Conciliar de Barcelona a las voluntarias y voluntarios que dedican su tiempo, conocimientos y solidaridad a las personas a las que Cáritas acompaña y atiende.
Teresa Bermúdez, responsable del Programa Sin Hogar y Vivienda de Cáritas Diocesana de Barcelona, explicó al empezar la presentación que esta campaña de sensibilización y denuncia se hace desde hace más de 20 años y que desde entonces pide que se garanticen las condiciones para la vida en dignidad de la persona y, sobre todo, de las que viven en la exclusión más extrema, que son las personas en situación de sin hogar y sin techo.
Explicó que este año ha sido el último de una campaña que se ha desarrollado durante cinco años, desde el 2010 hasta el 2015, y que tenía como propósito y lema: “Acabar con el sinhogarismo es posible”. Y para lograrlo se tenían que conseguir cuatro objetivos prioritarios: que nadie durmiera en la calle, que nadie viviera en alojamientos de emergencia, que nadie residiera en alojamientos temporales y que nadie abandonara una institución sin alternativa de alojamiento.
Al hacer un análisis de la situación actual, los datos que expuso Tere Bermúdez evidenciaron que ninguno de estos objetivos se había podido lograr, a pesar de los esfuerzos realizados, puesto que durante los últimos años se ha producido un aumento de la desigualdad, pobreza y exclusión. Entre las causas, destacó la reducción de la tasa de cobertura de la protección al paro del 80% al 60%, el endurecimiento de los criterios de acceso a las rentas mínimas y la reducción de los niveles de gasto educativo en un 10%. Y como resultado de estas políticas, hoy en día hay 5 millones de personas en situación de exclusión severa, 11,1% de hogares viven una situación de pobreza extrema y un 7% de la población vive amontonada. Y al concretar la situación de las personas sin hogar, los datos también mostraron que todavía queda mucho camino por hacer: en España hay cerca de 40.000 personas sin hogar y en Cataluña, unas 37.000 personas tienen problemas de alojamiento, de las cuales más de 11.500 no tienen hogar.
A pesar de estos datos, en la presentación también hubo un espacio para la esperanza representado por Joan y Jan, dos hombres que viven en proyectos de Cáritas, y que explicaron su experiencia personal para sensibilizar sobre esta realidad.
Joan explicó qué lo ayudó a salir de la situación de sin hogar: “Cuando encontré alguien en quien confiar, que me escuchó, me informó donde podía ir y qué tenía que hacer, fue el primer paso para llegar hasta dónde soy ahora”. De este modo pudo dejar atrás todos los días que había pasado yendo horas y horas de un lugar a otro para conseguir las comidas del día, perdiendo oportunidades para formarse y recuperar su vida.
Jan se dirigió a los asistentes para explicarles cómo pudo reconstruir su vida: “Cuando tuve un poco de estabilidad, dispuse de un espacio propio y personal donde sentirme como en mi casa. Y fue en este momento que sentí que tenía un proyecto de vida y un futuro, porque sabía qué quería y dónde iba”.
Su experiencia compartida fue una invitación para que como sociedad nos sintamos interpelados por las personas sin hogar, y seamos capaces de tener una mirada diferente hacia ellas que nos ayude a ver las situaciones de desigualdad e injusticia que sufren.
Antes del turno de preguntas que cerraba el acto, se proyectó un vídeo resumen del ‘Encuentro estatal de personas sin hogar’, celebrado el 22 y 23 de octubre, que acogió a personas que están en proyectos para personas sin hogar de Cáritas de todo España y a trabajadores de estos proyectos. Un vídeo grabado con la ilusión de todas las personas que creen que, a pesar de las dificultades, acabar con el sinhogarismo es posible.
Con este acto de presentación de la Campaña Sin Hogar 2015, Cáritas compartió con más de 120 voluntarias y voluntarios la tarea que está haciendo para concienciar la sociedad que practicar la justicia hacia las personas que no disponen de una vivienda digna es una nada responsabilidad de todos y que, entre todos, podremos conseguir que nadie duerma en la calle.