Este 26 de septiembre finaliza el plazo que el Gobierno Central estableció con la Unión Europea para acoger a 17.337 personas refugiadas.
Este compromiso firmado en septiembre de 2015 instaba a acoger a 15.888 personas reubicadas de Italia o Grecia y 1.449 reasentadas de Turquía, Líbano o Jordania. Desgraciadamente, este compromiso no se ha cumplido, y en dos años el Estado Español sólo ha acogido a 1.983 personas refugiadas de las 17.337 indicadas.
Ante esta situación flagrante, Cáritas Diocesana de Barcelona denuncia que el Gobierno Central no ha hecho ningún gesto para llevar a cabo una política activa y real en favor de las personas refugiadas. Consideramos que el Plan Estatal de Refugio es muy rígido, y no garantiza que las personas refugiadas que ya han llegado puedan ser totalmente autónomas en 18 meses. El Plan garantiza una atención de un año y medio (dos años en los casos más vulnerables), y pese a que las personas cuentan con ayudas en alimentación, vivienda y formación, el plazo es insuficiente para considerar que la persona podrá iniciar una nueva vida sin ninguna ayuda social. Afirmamos que las familias refugiadas necesitan más tiempo para conocer la lengua, encontrar un trabajo estable y contar con una vivienda digna.
Por todo ello, durante septiembre de 2015 Cáritas Diocesana de Barcelona puso en marcha el Servicio de ayuda a los refugiados, un programa complementario al Plan Estatal de Refugio que actualmente está atendiendo a 83 personas (35 familias) procedentes de países que pueden optar a asilo o refugio. De estas, 17 familias son acogidas en pisos de Cáritas Diocesana de Barcelona, de parroquias o de particulares.
Las familias acogidas por Cáritas cuentan en todo momento con un acompañamiento social por parte del equipo de la entidad, sin plazos y con el fin de que puedan conocer la lengua a través de cursos, realizar orientaciones laborales o guiarlos en todo aquello que fomente una mejor adaptación en nuestro país.
Además, durante este mes de julio Cáritas Diocesana de Barcelona ha iniciado un proyecto de mentoría impulsado por la Generalitat de Cataluña. Este programa piloto pone en común a siete familias refugiadas acogidas por Cáritas con mentores que se han apuntado como voluntarios de la entidad. El objetivo es que con esta mentoría los voluntarios participen activamente en la acogida y la integración de las personas refugiadas que viven en la diócesis de Barcelona.
Las personas refugiadas que llegan a Cáritas lo hacen por voluntad propia o derivadas de las entidades que forman parte del Plan Estatal una vez finalizados los 18 o 24 meses.
Demandas específicas al Gobierno Español y la UE
Cáritas Diocesana de Barcelona se suma a las demandas de Cáritas Europa e instamos al Gobierno Español a no abdicar de los valores y las obligaciones de protección de la UE con el pretexto de frenar la migración. Es necesario que los responsables políticos superen su obsesión por la seguridad y den prioridad a la construcción de un sistema de asilo de la UE coherente y creíble basado en la solidaridad. Teniendo en cuenta el enfoque común de la UE en materia de migración, Cáritas Diocesana de Barcelona pide a los estados miembros de la UE, a las instituciones comunitarias y especialmente al Gobierno Español:
- Intensificar los esfuerzos para reubicar más refugiados antes de finales de septiembre priorizando aquellos casos que se encuentran en una situación más vulnerable.
- Contar con un Plan Estatal de Refugio que trabaje con procesos vitales y no con plazos rígidos de 18 o 24 meses.
- Ampliar las vías legales y seguras en Europa por medio de visados humanitarios, corredores humanitarios, la reagrupación familiar o los programas de patrocinio comunitario.
- Los migrantes no deben ser devueltos o mantenidos en Libia si esto conduce a violaciones generalizadas de los derechos humanos.
- Las instituciones de la UE y los Estados miembros deberían dejar de penalizar a las ONG que apoyan a los migrantes, tanto en el mar como en tierra firme.