Migración / 27/01/2015

Más de 250 personas celebran la Jornada mundial de los migrantes

Publicado por: Cáritas Diocesana de Barcelona

El domingo 25 de enero la Parroquia de Santa Madrona del Poble-sec reunió a más de 250 personas de diversas procedencias y edades para celebrar, diocesanamente, la Jornada mundial de los migrantes bajo el lema “Tú tienes la llave de la convivencia”.

El encuentro comenzó con la bienvenida de Mn. Josep M. Jubany, delegado de Pastoral Social de Barcelona, que explicó que la celebración era fruto de la tarea que realiza el colectivo eclesial «Caminem junts en la diversitat», formado por personas y comunidades que promueven una pastoral multicultural, abierta e integradora. Esta diversidad se hizo patente en los concelebrantes -había de 5 nacionalidades diferentes- y entre ellos también estaba el director de la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE) Mn. José Luis Pinilla; en los asistentes que compartieron la celebración y en el Evangelio que fue leído en 6 lenguas diferentes porque, como dijo Mn. Jubany: “No entendemos las palabras, pero sí la persona y su diversidad”.

Mn. Jubany durante la homilía destacó la necesidad que “nos convirtamos y no pensemos que lo nuestro es lo mejor si no que tenemos que reconvertir lo que nos hace ser insolidarios con los demás. Y ahora es el momento para convertirnos en personas que sabemos compartir, porque somos mejores si estamos los unos junto a los otros“.

Haciendo referencia al momento actual que vivimos, Mn. Jubany destacó la gran oportunidad que tiene la sociedad, y que no tenía hace 30 años, porque “tenemos un mundo en miniatura en nuestra casa y eso nos hace más universales, y nos ofrece la posibilidad de hacer un mundo mejor, pero lo debemos construir aportando nuestros mejores talentos, porque nosotros tenemos la clave de la convivencia“.

El Padre Nuestro también fue un símbolo de la unión en la diversidad, ya que la comunidad china lo cantó en chino y todos los asistentes se tomaron de las manos para compartir la oración de Jesús. Y, al terminar la celebración, Mn. Jubany agradeció a la Comunidad de la parroquia de Santa Madrona, a su rector y al Consejo parroquial del Poble-sec, todas las facilidades y el apoyo ofrecido para celebrar esta jornada.

Después de la Eucaristía, Júlia Costa y José Guzmán, vecinos del Poble-sec y muy implicados en su vida asociativa, ofrecieron una charla sobre la historia de los Migrantes en este barrio.

Júlia explicó que el Poble-sec ya nació como un barrio de Migraciónn porque se creó para dar respuesta a la necesidad de vivienda de familias, con muchos hermanos, llegadas de la Cataluña interior, Valencia y Aragón para buscar trabajo en Barcelona en la Exposición Universal de 1888. Y también destacó que a partir de las Olimpiadas del 92 empezaron a llegar personas de fuera de España que rejuvenecieron la población, hecho que permitió que las escuelas volvieran a tener alumnos y el barrio volviera a recuperar su vitalidad.

José Guzmán, antes de iniciar su explicación, quiso apuntar que “cuando hablamos de inMigraciónn es por una razón económica, porque nadie marcha de su casa si no es para mejorar su situación personal y sus perspectivas de futuro”. En su repaso de la historia del barrio, explicó que a partir de los años 85 apareció un nuevo problema: las personas que se encontraban en situación ilegal, pero José afirmó con contundencia que “la persona nunca es ilegal, lo que es ilegal es su situación y, por lo tanto, también tenemos que trabajar para romper estos estereotipos”. Destacó que el Poble-sec siempre ha sido un barrio de acogida y de llegada, herencia de su pasado, y es por ello que las entidades del barrio trabajan para la inclusión de las personas que llegan, tanto en las parroquias, los castellers, etc. Y para terminar su intervención planteó una pregunta abierta a los asistentes: “En una ciudad, ¿quién no es inmigrante?”. La charla terminó con el testimonio espontáneo de Celia que, con sus palabras, reafirmó lo que había explicado José, cuando dijo: “Llegué a Barcelona en 2002 desde  Bolivia y estaba muy triste, así que pedí saber dónde estaba la parroquia del barrio, que era esta -Santa Madrona-, y me sentí como en casa”.

Después de la charla los asistentes celebraron una comida de hermandad en una sala de la parroquia que acabó con unas cocas dulces regalo de la organización.

Por la tarde, tuvo lugar una oración por todas las personas que intentan llegar a nuestra casa y mueren en el mar mediterráneo. Durante el tiempo de oración, se proyectó el documental “Xam” (“Conoce” en senegalés), obra realizada por Mª del Mar Martínez, una estudiante de 2º de Bachillerato que ha realizado su trabajo de investigación sobre el porqué de la inMigraciónn, focalizándose en testimonios del pueblo senegalés de Gandiol, el pueblo de Senegal con más jóvenes que han emigrado hacia Europa. El documental relata el por qué quieren marchar los jóvenes y también el punto de vista de los que están aquí: qué sienten, qué añoran,…

Acto seguido se leyeron 12 letanías, 12 oraciones, por todas las personas que intentan cruzar las fronteras, por las que mueren en el mar, por las que se quedan huérfanas, por las que nunca más verán a sus familias… Cada una de estas situaciones se iluminaba simbólicamente con una lámpara.

La oración continuó con las palabras del Obispo Sebastià Taltavull, que presidió la oración, y puso el acento en la pregunta del buen samaritano: “Así como hoy en día la pregunta que generalmente nos hacemos es ‘¿qué me pasará a mí si ayudo al otro? ‘, el samaritano nos recuerda que tenemos que invertir la pregunta: ‘¿Qué le pasará al otro si no la ayudo?”. Con esta reflexión y ligado al evangelio del domingo, recordó que Jesús nos envía a ser pescadores de hombres, “a salir al mar a recuperar estas vidas que van buscando una vida más digna”.

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