Toma el relevo de Salvador Busquets, que ha estado al frente de la entidad durante nueve años (2014-2023)
Mons. Juan José Omella, presidente de Cáritas Diocesana de Barcelona y Cardenal Arzobispo de Barcelona, ha nombrado a Eduard Sala nuevo director de Cáritas Diocesana de Barcelona.
Eduard Sala i Paixau (Barcelona, 1962) es educador social, coach, formador y licenciado en filosofía y letras. Está casado y padre de un hijo y una hija. Desde 2014 es responsable del Área Social de Cáritas Diocesana de Barcelona. Inició su labor en el mundo social en 1982, primero, como voluntario en Cáritas y, más tarde, como profesional en la misma entidad y después como voluntario en otras entidades sociales. Durante más de doce años ha dirigido varios proyectos de la Compañía de las Hijas de la Caridad, destinados a personas en situación de exclusión social, sin hogar, con drogodependencias, internas en centros penitenciarios o excarceladas. También ha sido el responsable de servicios dirigidos a niños y jóvenes en situación de riesgo y profesor de la Facultad de Educación Social y Trabajo Social de la Fundación Pere Tarrés – URL. En 2019 ganó el premio literario Feel Good con el libro “Va de vida” (Plataforma Editorial).
Las primeras palabras de Sala han sido de agradecimiento hacia el director saliente, Salvador Busquets, del que ha destacado su tenacidad y lucha en favor de los más débiles, y especialmente su convicción en la defensa del derecho a la vivienda, como elemento imprescindible para llevar una vida digna. “La falta de vivienda social, sumado al incremento de la demanda y una subida generalizada del precio de los alquileres nos sitúa en un contexto de emergencia grave”, ha advertido. En este sentido, Sala ha afirmado que cuanto más tiempo pasa sin que las administraciones hagan nada, más aumentan las personas y familias que necesitan un hogar digno. “Cada vez hay más familias que utilizan como estrategia de supervivencia la opción de vivir en una habitación de realquiler. Esto implica no tener ninguna seguridad jurídica, y que las puedan echar cuando quieran. Tampoco existe un marco regulador del precio de estas habitaciones y, por tanto, su coste mensual puede llegar a superar el aumento que se está produciendo en el alquiler de viviendas”.
Por otra parte, Sala ha recordado que 1 de cada 3 personas de la diócesis de Barcelona vive en situación de pobreza (según el último informe FOESSA), y que, frente a este contexto, la sociedad no puede quedarse con los brazos cruzados. “9 de cada 10 familias que atendemos se han visto obligadas a reducir el gasto en alimentación, el 43% no pueden seguir una dieta adecuada y un 65% han dejado de comprar productos frescos. Cerca de 4.000 hogares que acompañamos no pueden pagar los gastos de la vivienda (alquiler o realquiler) o suministros (agua, luz y gas), y 4 de cada 10 nos dicen que han cambiado de domicilio por cuestiones económicas”, ha explicado el nuevo director de Cáritas.
Por todo ello, Sala ha concluido que la pobreza no ha disminuido en los últimos años, sino que ha aumentado. “Aunque desde los poderes públicos se han tomado iniciativas que para algunos colectivos representan mejoras significativas, estas ayudas no han llegado a todo el mundo”. Sala ha denunciado que políticas como el Ingreso Mínimo Vital o la Renta Garantizada de Ciudadanía solo lleguen al 8,2% de las personas que Cáritas acompaña en el conjunto de Catalunya, y que esto se debe a un desconocimiento de la ayuda por parte de muchas personas que podrían solicitarla, a requisitos muy rigurosos para acceder a ella y a una excesiva burocracia a la hora de percibirla. “No necesitamos nuevas políticas, sino desplegar de manera efectiva las que ya tenemos”, ha argumentado.
El director saliente de Cáritas Barcelona, Salvador Busquets, no ha perdido la oportunidad para recordar que estamos inmersos en una crisis inflacionaria que agrava y penaliza la vida de muchas personas. Este contexto provoca que, durante el 2022, Cáritas Barcelona atendiera a 16.063 hogares, donde viven 35.414 personas, casi un 30% más de personas con relación al año anterior. “Como dijo el Papa Francisco, en la Iglesia cabemos todos, y como en Cáritas tenemos la misión de trabajar en esta línea, acogiendo y acompañando a todas las personas que día tras día nos piden ayuda”, ha concluido el nuevo director.
Siguiendo las palabras de Sala, Busquets ha querido hacer balance del trabajo realizado, y ha destacado el trabajo de Cáritas Barcelona en favor de la vivienda. “La apuesta de mi mandato por garantizar una vivienda digna a las familias más vulnerables ha sido clave durante estos nueve años. Cáritas Barcelona ofrece hoy más de 2.000 plazas entre pisos unifamiliares, pisos compartidos y centros residenciales. Esto no sería posible sin el trabajo conjunto con la Fundació Habitatge Social, que cuenta con 397 viviendas unifamiliares para familias vulnerables”, ha remarcado Busquets. En este sentido, ha destacado la capacidad de Cáritas Barcelona para transformar condiciones de vida, y que no hubiera sido posible sin la colaboración de otros actores. Concretamente, ha citado el apoyo de la Fundació Formació i Treball (FiT) y de la Fundació Habitatge Social (FFHS). “Aunque son entidades que ya llevan años de vida propia, ambas fueron promovidas por Cáritas, y dan respuesta a cuestiones clave como la vivienda (FFHS) y el trabajo (FiT)”, ha remarcado.
Por último, el obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Javier Vilanova ha querido agradecer el trabajo realizado a Salvador Busquets, y ha dado las gracias al nuevo director por tomar el relevo en una entidad como Cáritas Barcelona. “Los casi 80 años de historia de Cáritas en Barcelona no son fruto del trabajo de una única persona, sino que es la suma de muchos individuos que participan en una carrera de relevos. La solidaridad, el compromiso, la transparencia o el amor hacia el débil pasan de persona a persona, manteniendo la llama que ha iluminado e ilumina los corazones de quienes han perdido la esperanza”, ha destacado.
En nombre del Cardenal Arzobispo Mons. Joan Josep Omella, Vilanova ha alentado a Eduard Sala a seguir trabajando como hasta ahora, en sintonía con el evangelio y con el compromiso de Jesús hacia las personas más débiles. “La persona que decide hacerse voluntaria o aquella que participa en su Cáritas Parroquial, la que escucha a quien está sufriendo, son ejemplo de esa lucha contra el individualismo imperante que vivimos. La Iglesia es sinónimo de comunidad. Cáritas es sinónimo de comunidad, y es importante que además de cubrir necesidades materiales, también cubra las necesidades espirituales de quienes piden ayuda”, ha concluido.
Mons. Joan Josep Omella ha agradecido el trabajo de Salvador Busquets, diciendo que ha sido un buen entrenador al frente de Cáritas, y ha animado a Eduard Sala a seguir trabajando siempre en comunión y sinodalidad. “Nuestro trabajo, el trabajo de Cáritas debe ir unido a la acción evangelizadora de cristo”.