Cáritas Diocesana de Barcelona, Sant Feliu y Terrassa celebran el décimo aniversario de su creación
Diez años de retos, novedades y cambios, pero también de esperanza por el presente y por el futuro. Así se vivió la celebración de los diez años de la creación de Cáritas Diocesana de Barcelona, Sant Feliu y Terrassa, que se llevó a cabo en el Seminario Conciliar de Barcelona el pasado 15 de junio. La celebración, que reunió a profesionales y personas voluntarias de las tres Cáritas, fue presidida por los directores de las entidades, así como por los obispos de cada una de las diócesis (a excepción del Cardenal Omella, que delegó sus funciones al obispo auxiliar Mons. Javier Vilanova).
Salvador Busquets, director de Cáritas Diocesana de Barcelona, explicó que el 15 de junio de 2004 se crearon las tres diócesis (Barcelona, Sant Feliu y Terrassa), que son fruto de la división de la archidiócesis de Barcelona. En 2014, diez años después de la separación de los obispados, se procedió a crear las tres Cáritas Diocesanas correspondientes. Para Busquets, esta confección de las nuevas Cáritas no fue fácil, y muchas personas lo vivieron como una separación. “Las crisis son sinónimo de cambio profundo, de consecuencias importantes”, indicó Busquets. Sin embargo, también hizo énfasis en que después de una crisis llega un período de recuperación, y que de esta situación ha podido nacer un árbol con tres ramas. “Aunque las ramas han crecido en direcciones distintas, estas siempre han tenido un mismo objetivo, que es cobijar a las personas más vulnerables. Puedo afirmar que este objetivo lo hemos cumplido con creces”.
Seguidamente, fue el turno de Ramon Carbonell, director de Cáritas Diocesana de Sant Feliu. Carbonell explicó que Cáritas Sant Feliu y Terrassa empezaron de cero, y que no ha sido un camino fácil. Sin embargo, destacó que, si bien las tres Cáritas son entidades independientes, forman un solo cuerpo. “Compartimos identidad y misión. Debemos cooperar, no competir, y estos diez años han sido una muestra de esta colaboración fraterna”.
Mónica Martínez, directora de Cáritas Diocesana de Terrassa, recordó que la razón de ser de Cáritas es trabajar para dar respuesta a todas las necesidades que llaman a la puerta de la entidad, y que independientemente del apellido de las Cáritas, todas ellas trabajan para que la justicia social sea una realidad.
Por parte de los obispos, el primero en intervenir fue Mons. Salvador Cristau, Obispo de Terrassa. Cristau destacó que este décimo aniversario debe servir para observar el trabajo realizado, pero también para mirar hacia el presente y el futuro. “El objetivo de Cáritas es poner a las personas en el centro. Si con la creación de las tres Cáritas hemos podido acercarnos más a los vulnerables, habremos hecho un buen trabajo”, dijo. Asimismo, destacó que donde está Cáritas hay amor y que, por tanto, también está Dios. “Cáritas no solo hace una acción social, sino que esta acción está impregnada de Dios, de la caridad, y esto es lo más importante”.
En nombre del Obispado de Sant Feliu intervino Mons. Agustí Cortés, que destacó que las Cáritas creadas en 2014 son expresión de la obra de caridad que hace la Iglesia. “Este aniversario responde al espíritu fecundo de la Iglesia, y es bueno que podamos celebrarlo juntos”.
Finalmente intervino Mons. Javier Vilanova, obispo auxiliar del Arzobispado de Barcelona. Vilanova destacó que las tres Cáritas surgidas en 2014 son expresión de una vida que se va multiplicando, y que en esta nueva etapa es imprescindible la implicación de personas jóvenes. “Debemos preguntarnos cómo implicamos a los jóvenes en la acción social que desarrolla Cáritas, conseguir que suban a nuestro barco”. Asimismo, pidió continuar trabajando en consonancia con las Cáritas parroquiales y arciprestales, con el objetivo de continuar construyendo unas parroquias vivas e implicadas en la caridad.
