Formación e inserción laboral / 05/03/2018

Las Kellys: un trabajo de 3€ la hora

Publicado por: Stephen Burgen

El periodista y voluntario de Cáritas, Stephen Burgen, se encuentra con Las Kellys en Barcelona, un grupo de camareras de piso ya en el cuarto año de la lucha contra la precariedad y la explotación

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El trabajo de una camarera de piso es invisible. Uno sale del hotel por la mañana y a la vuelta, todo está en orden: la cama hecha, la habitación limpia como por arte de magia… Pero no es magia, es trabajo, un trabajo hecho por mujeres, muchas de ellas inmigrantes, que están entre los trabajadores más explotados en España.

Las Kellys (un juego de palabras de “las que limpian”) son una red de grupos de camareras de piso que se han organizado para luchar contra la externalización, la precarización de su trabajo y las condiciones laborales de casi esclavitud que prevalecen en los hoteles en España. Y gracias a Las Kellys, con sus emblemática camisetas verdes, ya no son invisibles.

¿De dónde surgen?

Explican en su página web: “Nos empezamos a juntar mediante las redes sociales en 2014. Las primeras camareras de piso fueron conectando con otras compañeras de distintos lugares, que dieron testimonio de su situación laboral. Entonces, varias de nosotras quisimos dar un paso más allá y empezamos a quedar para apoyarnos. A lo largo de 2015 pasamos de desahogarnos por internet a la auto-organización: formamos una serie de grupos territoriales en determinados destinos turísticos de España (Barcelona, Mallorca, Benidorm, Lanzarote, Cádiz,…).

Vimos que, al unirnos por encima de preferencias políticas personales, el debate sobre nuestra situación laboral se hacía mucho más público. De modo que, en los inicios de 2016, con el fin de hacer oficial nuestra existencia, optamos por constituirnos como Asociación Las Kellys.”

Condiciones laborales de las Kellys

Antes de la reforma laboral de 2012, la gran mayoría de camareras de piso estaban contratadas directamente por los hoteles bajo un convenio por el cual cobraban 1.200€ al mes. Después de la reforma, las cadenas de hoteles empezaron a externalizar el trabajo a agencias de limpieza. Los contratos son a corto plazo y generalmente incluyen una cláusula estipulando el número de habitaciones que hacer, con un promedio de 25-30 habitaciones, durante un turno.

Sin embargo, no es posible hacer, o hacer bien, tantas habitaciones en las horas pagadas y si las camareras no cumplen su cuota, las despiden. En consecuencia, tienen que trabajar horas extras para cumplir la cuota, reduciendo el salario en términos reales hasta los 3-4€ la hora.

En 2017, Las Kellys intentaron negociar un nuevo convenio con los sindicatos y la patronal. “No nos convencía el nuevo convenio que CCOO y la patronal nos querían hacer firmar porque no recogía absolutamente nada de lo que nosotras estamos pidiendo en el tema de la externalización,” dice una de Las Kellys en Barcelona. “El verano pasado llamamos a las puertas de CCOO, de UGT, de la patronal y de todos los partidos políticos, porque para nosotras el tema trasciende las izquierdas y las derechas. No tuvimos suerte y todas las partes nos dijeron que no, que no nos apoyarían. El 2 de noviembre a las 11 de la noche la patronal y los sindicatos firmaron el convenio, a escondidas y sin decirnos nada a nosotras. Ya estaba todo amañado, desde antes de las negociaciones. Las negociaciones eran puro teatro.”

8 de marzo, una oportunidad reivindicativa

“No es solo el tema del salario, aunque esto es muy importante,” dice otra camarera de piso. “Pero aparte de esto, no deberíamos estar fuera del hotel, sino que deberíamos ser parte de la plantilla del hotel, que es lo que hemos sido siempre. Pero ahora, con este boom que ha vivido la hostelería, y con los muchos millones que hay en este negocio, las camareras de piso estamos en condiciones infernales. Cada día que pasa es peor.”

“No tenemos representación y sin ella, no podemos negociar nuestras condiciones de trabajo dentro del hotel. Estamos en condiciones de semi-esclavitud y no podemos reivindicar nuestros derechos; si los reivindicamos, vamos a la calle. Están vulnerando nuestros derechos fundamentales y nosotras estamos reivindicando nuestros derechos, pero carecemos de protección jurídica.”

“A nivel social, somos personas reconocidas y estamos logrando mucha visibilidad, cosa que anteriormente no se daba,” explica otra Kelly en su local en Barcelona. “En la campaña del 8 de marzo estaremos vendiendo camisetas con el mensaje “No te alojes en hoteles que externalizan”. También hemos enviado camisetas a varios cantantes a ver si lo logramos que se las pongan o incluso que canten una canción. ¡Ojalá!”.

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Ha trabajado 16 años como periodista en Barcelona, primero de corresponsal en España de 'The Times' y ahora como colaborador de 'The Guardian'. También trabaja de voluntario para Cáritas y Esperança, un grupo que suministra comida a las personas sin techo.

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