Ahora que ya ha pasado el verano, queremos valorar el campo de trabajo de Torre Baró y cómo ha influido en los jóvenes que han participado
El lema de la campaña de Cáritas “Tu compromiso mejora el mundo” de este año ha servido para preguntarnos cómo hacer un paso más en la mejora del campo de trabajo de Torre Baró, una acción de ocio destinada a niños de 6 a 12 años en situación de vulnerabilidad donde participan jóvenes voluntarios de entre 16 y 18 años.
El Centro Abierto de Torre Baró está situado en Nou Barris, un distrito donde las mejoras sociales que se han obtenido a lo largo de los años son gracias a la lucha y el compromiso vecinal. Desde Cáritas Diocesana de Barcelona creemos necesario sensibilizar a la juventud, y que además del voluntariado que los jóvenes llevan a cabo durante la semana, conozcan la historia del lugar donde viven y el porqué de lo que les rodea. Precisamente, este año hemos contado con la participación del cura de la Parroquia de Santa Bernadeta, conciliario de la JOC, y con mucha sensibilidad para transmitir sus vivencias en favor de los derechos sociales. El cura les presentó la historia del barrio, la idiosincrasia de la zona y cómo han sido las entidades, entre ellas la parroquia y la gente del barrio, las que han conseguido mejoras sociales gracias a sus luchas y su compromiso.
Otra de las actividades para sensibilizar a los jóvenes ha sido invitar a una familia que vive muy cerca del Centro Abierto. Estos vecinos son personas que han decidido vivir en el barrio, con un fuerte compromiso hacia su trabajo y su vida. Ella es maestra de profesión, y él es educador del Centro Juvenil de los Salesianos de Ciudad Meridiana. La pareja explicó cómo su infancia, su juventud en la JOC y el recuerdo de las luchas vecinales marcarlos y llevarlos a sentir el compromiso como estilo de vida.
Como clausura, hice una valoración con los jóvenes sobre su experiencia de voluntariado. Utilizando el castillo de Torre Baró como símbolo, a cada joven se le dio un trozo de cartulina donde debían escribir dos cosas. De la experiencia vivida con los niños: ¿qué es lo que más te ha interpelado?, y la segunda, a partir de la experiencia vivida estos días: ¿qué te gustaría seguir haciendo por los demás? Cada uno escribió lo que quiso, y entre todos fueron construyendo un puzzle con la forma del castillo de Torre Baró. Con esta actividad quería hacer ver a la juventud que con su trabajo de estos días habían contribuido al bienestar de los niños del barrio, y que es precisamente con pequeños gestos como se mejora el mundo.
Quiero creer que el hecho vivido durante la semana no quedará en nada. Y sobre todo quiero que los jóvenes se hagan suyo el barrio gracias a la experiencia del campo de trabajo. La invitación a la continuidad está hecha, sólo queda seguir regando la semilla de la solidaridad.