El comedor social “Pa de Sant Oleguer” de la parroquia de Santa María Reina cumple 20 años ofreciendo comidas a las personas más necesitadas de la zona pastoral 2
El reloj marca las 18h en punto en el comedor social de la parroquia de Santa María Reina y su rector, Mons. Jaume González-Agàpito (principal impulsor de la iniciativa), abre las puertas. En el comedor ya está todo preparado: el mantel puesto, las jarras de agua en la mesa y los cubiertos en su lugar. Los voluntarios y Pedro -el cocinero que ya hace 12 años que sirve a los más necesitados- también están a punto. Llevan desde las 16h preparando el comedor y la comida de los invitados: una ensalada, albóndigas con patatas y un flan. La experiencia del comedor social “Pa de Sant Oleguer” avala la calidad de los alimentos y el valor nutricional del menú ya que, desde el 1 de octubre de 1997, sirven comidas a más de 150 personas cada tarde. El único día que se descansa son los domingos aunque los comensales no se quedan sin comer: el día antes se les entregan bocadillos para que puedan cenar.
Los 150 invitados son recibidos personalmente y con una gran sonrisa. Personas mayores y cada vez personas más jóvenes se sientan en las mesas, con hambre, y esperando lo que posiblemente sea su única comida en condiciones de todo el día. Por fin llega el primer plato. Todos son atendidos por los voluntarios, que les sirven como si cada uno de ellos fuera Jesús, tratando de ser el rostro amable que todos los ‘invitados’ necesitan ver.
El comedor parece un restaurante. El ambiente es alegre, todos los comensales charlan: algunos se conocen, otros es la primera vez que vienen, pero entre todos consiguen un espacio de hermandad. El primer plato se acaba, y sigue habiendo hambre, pero se puede repetir, todo lo que quieran. Lo mismo con el segundo plato y con los postres. Ha sobrado comida y los voluntarios empiezan a llenar fiambreras para todos aquellos que lo soliciten. Poco a poco, el comedor se empieza a vaciar, los voluntarios realizan una limpieza rápida de las tablas y se preparan para el segundo turno, que comienza a las 18’30h.
Hace ya veinte años desde que el comedor abrió. Durante este periodo han sufrido muchas dificultades, como un incendio en 2002 que quemó todas las instalaciones. El comedor se volvió a reabrir con una estética más moderna pero con la misma esencia. “Hemos crecido mucho”, dice una voluntaria. Y es que en estos últimos años, el número de personas necesitadas no ha parado de crecer y el comedor, adaptándose a las necesidades sociales, ha dado servicio a las personas de la zona pastoral 2 (Sarrià-Sant Gervasi, Valle Hebrón y gracia, sobre todo) que sufren una situación de pobreza y exclusión social.
El reloj del comedor marca ya las 19’30h. Todo está recogido: el suelo y las mesas limpias y los platos y cubiertos lavados y guardados en su sitio. Mons. Jaume González-Agàpito cierra la luz y las puertas, y el comedor queda a oscuras hasta las 16h del día siguiente.
