El iniciador de la Asesoría Jurídica de Cáritas y el arzobispo de Barcelona se dan un servicio ‘incondicional’ para continuar trabajando juntos
Mons. Juan José Omella ha conocido uno de los iniciadores de Cáritas Diocesana de Barcelona, de hecho, el primer voluntario que como abogado, en 1944, creó el Servicio de Asesoría Jurídica de lo que entonces era el ‘Secretariado General Diocesano de Beneficiencia Cristiana’. Actualmente, este servicio continúa su tarea con un equipo joven de voluntarios monitorizado por el Sr. Amat.
Inicio de Cáritas
El arzobispo Mons Juan José Omella se había citado esta mañana con el Sr. Joan Amat que ha venido acompañado del director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets, así como de algunos de los abogados que hoy en día han continuado prestando su servicio a los usuarios de la entidad social, manteniendo esta iniciativa que puso en marcha.
Amat, según explicó al arzobispo, comenzó en aquella época trabajando con el obispo Gregorio Modrego y junto al Beato Pere Tarrés para poner a disposición de aquellos que lo necesitaran un servicio gratuito de abogados, para resolver diferentes situaciones drásticas o dudas para lo que se requería una asesoría profesional. Temas como, bebés que no se inscribían en el registro civil, la gestión de matrimonios en segundas nupcias, entre otras tareas, como un ‘pequeño dispensario’ que tuvo mucho éxito sobre todo cuando aún no había supermercados solidarios o recogida de alimentos organizada.
Asesoría jurídica gratuita
Todas estas primeras acciones las explicaba Amat al arzobispo, que ha podido conocer cómo ha evolucionado el funcionamiento de este servicio de asesores tanto de la mano del artífice y director, como de algunos de los abogados voluntarios que actualmente han tomado el relevo en esta tarea.
Ahora, se continúa trabajando abasteciendo aún más necesidades que han ido surgiendo a lo largo de los años. Tal como explica Luis Álvarez, uno de los abogados voluntarios, hoy en día, la misión principal se centra en “dar asesoramiento y mediación a la gente que viene, así como un apoyo en todos aquellos temas legales que puedan tener, y una ayuda no sólo legal, sino también psicológica, ante todas aquellas angustias que puedan tener”. “Además – añade Álvarez’- intentamos ayudarles con todos los procedimientos judiciales mientras no tengan un abogado propio, que normalmente los delegamos a un abogado de oficio”.
Caminando juntos
El arzobispo Omella ha escuchado con mucha atención los diferentes aspectos que han destacado los miembros de la Asesoría, los cuales cumplen con un servicio diario que cuenta con diferentes ámbitos judiciales, para poder cubrir toda la demanda. Un servicio con el que el arzobispo se ha mostrado muy satisfecho, y con ganas de “hacer red para que siga adelante”.
Como recuerdo de la visita, el señor Amat ha obsequiado el arzobispo con un libro sobre peregrinaciones junto con su disposición, que con 91 años, se mantiene con energía y como ha dicho sigue al “servicio incondicional” del arzobispo de Barcelona.