José Ramón Usandizaga es jubilado, pero eso no significa que haya dejado de aportar a la sociedad. Su participación como voluntario de Cáritas empezó gracias a su hermana, que ya colaboraba en la entidad. Fue ella quien le habló de la necesidad de personas para impartir talleres de autonomía digital, y no lo dudó: “Me apunté, y aquí estoy, encantado de la vida”
Desde entonces, José Ramón se ha convertido en una de las personas que imparten los talleres de autonomía digital, orientados a mejorar la independencia digital de los participantes. “Después de las cinco sesiones que incluye el curso, las personas ganan muchísima confianza. Pierden el miedo al móvil, y empiezan a hacer trámites virtuales por sí mismas. Ver este progreso es muy gratificante”.
El objetivo de estos talleres va mucho más allá de enseñar a manejar un dispositivo. “El mundo digital es hoy la puerta de entrada a todo: Hacienda, servicios básicos, salud… Vivimos en una sociedad donde casi todo se gestiona a través de aplicaciones y páginas web, y las personas necesitan estar preparadas para no quedarse atrás”, explica José Ramón. Por eso, considera fundamentales estos espacios de formación que Cáritas ofrece, especialmente para quienes se enfrentan a mayores dificultades de integración digital. “Se trata de acompañar, orientar y empoderar a las personas para que puedan valerse por sí mismas”, añade.
Las personas recién llegadas son las que más participan en estos talleres, y José Ramón, afirma que trabajar con ellas ha sido una experiencia enriquecedora: “Son personas muy agradecidas, con muchas ganas de aprender. Poder ayudarles a ser más independientes en sus trámites e integrarse en la sociedad me llena como persona”.
Cáritas: una labor que merece más visibilidad
José Ramón valora profundamente la labor de Cáritas. “Es una organización que desarrolla muchas actividades para ayudar a las personas en distintos ámbitos. Lamentablemente, creo que su trabajo no recibe la visibilidad que merece en el entorno actual”. En su opinión, sería necesario un mayor respaldo institucional: “Los gobiernos deberían apoyar más a entidades como Cáritas, que están ahí donde el sistema no llega”.
Su testimonio es un ejemplo de cómo el voluntariado no solo transforma la vida de quienes reciben ayuda, sino también de quienes la ofrecen.