“No son los resultados los que nos mueven, cumplir objetivos programados, sino ponernos ante aquella persona que está rota, que no encuentra lugar, acogerla, abrir para ella caminos de restauración, de forma que pueda encontrarse en sí misma, ser capaz, a pesar de sus limitaciones y las nuestras, de buscar su lugar y de abrirse a los otros y a Dios. (…) Jesús nos lo dice claramente, con su vida y con su obra, que no basta “dar”, hay que “darse”. La caridad supone siempre una donación oblativa de la propia vida. Y esto será significativo, más allá de la acción concreta, cuando ofrezca a la persona una puerta abierta hacia una nueva vida.”
(Discurso del Papa Francisco en la Delegación de Cáritas Española en el Vaticano, 5 de septiembre de 2022)
A TODAS LAS PERSONAS VOLUNTARIAS, VIGÍAS DE LA ESPERANZA
Gracias por estar. Vuestra mirada siempre está atenta a lo que pasa y todo eso que también pasa y se ve menos. Sois vigías de la realidad social, vuestra manera de ser y de hacer os hacen testigos privilegiados de una realidad que no siempre queremos ver. No os conformáis con lo que veis, sino que os comprometéis a transformarlo.
Gracias por vuestro compromiso, porque decís haciendo, con vuestros gestos y acciones cotidianas, y esto nos interpela y anima a denunciar los mecanismos que generan injusticia. Nos alentáis a continuar trabajando por la justicia social, a buscar los porqués del dolor y del sufrimiento de las personas más vulnerables. Continuáis construyendo puentes entre la fragilidad y la orilla de las oportunidades y del bienestar.
Gracias para facilitar espacios de vida y acogida, de convivencia positiva, de compartir el tiempo. Dais calor a los lugares de encuentro, compartiendo con quién carece de espacios donde nutrir las relaciones sociales y los vínculos de confianza. Sois germen invisible de fraternidad para ayudarnos a comprender que la dinámica de dar y recibir es reciprocidad encarnada.
Gracias, en definitiva, porque vuestra acción cotidiana, callada y generosa, es anuncio y esperanza de una nueva realidad que es posible y que tiene que continuar creciendo y ganando espacios a la injusticia y al dolor.
Queremos animaros a que continuéis avanzando por este camino, no exento de dificultades y desalientos. No dejéis de buscar el bien grande cada día.