Situación de emergencia de las personas sin hogar en Barcelona. Si en el año 2008, 658 personas dormían en la calle, esta cifra no ha dejado de aumentar hasta las 1.026 personas este 2017, lo que supone un incremento del 56%. Estos son datos de la Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar (XAPSLL), una red de la que Cáritas forma parte, y que garantiza que 2.006 personas cuenten con un hogar digno donde vivir, ya sea en pisos unifamiliares, pisos compartidos o centros residenciales. Si añadimos a las 417 personas pernoctando en asentamientos y estructuras informales instaladas en solares, un total de 3.383 viven una exclusión extrema de la vivienda en Barcelona.
Son varios los factores que influyen en la pérdida del hogar: escasez o ausencia de recursos económicos, sucesos personales y familiares traumáticos, adicciones, enfermedades mentales graves y duraderas,… A todos estos factores hay que sumar la burbuja de los alquileres de Barcelona, que dificulta el acceso a la vivienda de las personas que duermen en la calle o en equipamientos de las entidades que conforman la XAPSLL. Los altos precios del alquiler en Barcelona suponen un impedimento a la hora de garantizar el derecho a la vivienda y esto hace que las personas que viven en equipamientos de la XAPSLL estén más tiempo de lo necesario a los recursos de atención.
Desde la XAPSLL, los portavoces Maite Mauricio y Ricard Barrull, reivindican el hogar como un espacio que cubre necesidades fisiológicas, de protección, de aceptación social, de autoestima, de autorrealización,… Perder el hogar supone no tener acceso a derechos humanos fundamentales (vivienda, trabajo, educación, participación …), no tener un lugar para descansar, recuperarse, no disponer de un espacio personal que permita construir una vida individual y familiar, no tener un espacio de socialización y recuperación de vínculos: familia, amigos, etc. “Perder el hogar supone perder la condición de ciudadano, y es una agresión a la persona, a su dignidad“, indicaron los portavoces.
En este sentido, exigimos a las administraciones públicas que proyecten reformas estructurales que garanticen el acceso a una vivienda digna y adecuada para que nadie se vea obligado a vivir en la calle. Hay que priorizar políticas de acceso a la vivienda, como el alquiler social, la cesión de uso y la propiedad cooperativa. Por otra parte, hay que fomentar que los pisos vacíos puedan destinarse al alquiler social.
Con motivo del día de las Personas Sin Hogar, el próximo domingo 26 de noviembre, queremos afirmar que un hogar supone la suma del espacio físico y las posibilidades de vivir de forma integral (relaciones, sentido vital, ejercicio y acceso a derechos) . Tanto la Declaración de Derechos Humanos como la Constitución Española reconocen el derecho a la vivienda pero día a día vemos como se incumple cuando permitimos que más de 1.000 personas duerman esta noche en las calles y plazas de Barcelona.