El jueves 17 de diciembre, la Parroquia de Sant Joan Bosco acogió la fiesta de Navidad para las personas mayores atendidas por Cáritas.
En esta ocasión, las personas mayores compartieron el protagonismo con los voluntarios y las voluntarias que los acompañan diariamente. Con una cinta de regalo gigante envolvieron a todos los voluntarios juntos simbolizando que ellos y ellas son uno de los mejores regalos que pueden recibir esta Navidad. A través de un discurso muy emotivo, agradecieron la tarea que el voluntariado hace cada día, puesto que sin ellos la acción social de Cáritas no sería posible. “Cáritas sin voluntarios sería como una Navidad sin polvorones, como un día sin pan, como un hogar sin calor, como una noche sin estrellas, como un mar sin pescados… Cáritas sin voluntarios sería como un día sin sol, porque los voluntarios sois luz. Sin voluntarios Cáritas no sería Cáritas”, expusieron las profesionales del programa de personas mayor.
Durante la fiesta los asistentes disfrutaron de la formación musical Los Ronderos de la Obra social de Santa Lluïsa de Marillac. Los músicos animaron a las personas mayores, a los voluntarios y a las profesionales a bailar y a cantar sus canciones. La fiesta también contó con la presencia de jóvenes trabajadores del Hotel Arts que, con su ternura, atención y dedicación, proporcionaron a las personas mayores una velada inolvidable.
Una vez finalizada la actuación de Los Ronderos, se entregaron los regalos, un dossier para cada uno, con fotos y un diario de las colonias de verano que hicieron en Vic preparado por una de las personas mayores y una voluntaria. Y por último se hizo una rifa en la cual se sortearon piezas de aguja de gancho elaboradas por personas grandes del Casal de gente mayor de Valle de Hebrón. Después del reparto y la alegría por los regalos recibidos, llegó el final de la velada. Finalmente, los asistentes en la fiesta se despidieron entre sonrisas y con el deseo de reencontrarse de nuevo.
Desde Cáritas queremos dar las gracias a todos los que hicieron posible esta fiesta. A la Parroquia Sant Joan Bosco por ofrecernos sus instalaciones, a los diferentes grupos de voluntarios y a las profesionales de Cáritas que, que un año más, trabajaron para ofrecer una celebración llena de alegría y afecto. Y también a las Empresas con Corazón como el Hotel Arts, que aportó la merienda y a la imprenta Can Boada por colaborar con la impresión de los regalos que recibieron todas las personas mayores y que ya hace más de diez años que colaboran con la impresión de la revista del programa de personas mayores ‘Voces y vidas’.
Momentos como este son impulsados desde el programa de personas mayores de Cáritas a través del que trabaja para que las personas mayores puedan vivir con dignidad y con todas sus necesidades básicas y significativas cubiertas de manera adecuada y suficiente.