Entra en vigor la Ley de universalización de la asistencia sanitaria que aprobó el 15 de junio el Parlamento de Cataluña
Sanidad pública y gratuita para todos los residentes en Cataluña. Esta es la principal novedad de la Ley de universalización de la asistencia sanitaria que entra en vigor estos días -aunque fue aprobada por el Parlamento el 15 de junio- y que supone un gran paso adelante para las personas migrantes que viven en Cataluña.
Quizás la pregunta más común después de leer la primera fase es: ¿qué quiere decir “para todos los residentes en Cataluña”? Esta ley permite que todas aquellas personas empadronadas en territorio catalán (sin límite temporal) así como aquellos colectivos que acrediten arraigo en Cataluña (en caso de dificultad de obtención del padrón) accedan a la sanidad pública de manera gratuita. Y por sanidad pública se entiende tanto la atención primaria (o medicina general) como la especializada, es decir, que todas las personas que viven en Cataluña tienen derecho a ser atendidos en todos los ámbitos de la medicina -preventiva, curativa , rehabilitadora, pal·liativa- y en todas las etapas de la vida.
¿Por qué esta Ley supone un paso adelante?
Monique, que actualmente tiene 32 años y es originaria de Rumania, llegó a Barcelona en diciembre de 2012 para encontrarse con su madre, Catherinne, que intentó forjarse una nueva vida en España dos años antes. Cuando llegó a Barcelona, Catherinne, aunque estava en situación irregular, tenía derecho a la asistencia sanitaria. Y es que hasta el verano de 2012, todas las personas extranjeras -tanto en situación regular como irregular- tenían derecho a ser atendidos por un profesional de la salud tal y como marca el artículo 25.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Cuando llegó a Barcelona su hija Monique, la legalidad en el ámbito sanitario había dado un giro. A partir de verano de 2012, el Gobierno decidió que los extranjeros irregulares no pudieran acceder a la asistencia sanitaria, exceptuando los menores de 18 años, las urgencias por accidente o enfermedades graves y las mujeres embarazadas. Sólo en estos tres casos sí tenían derecho a ser atendidos en el ámbito sanitario aunque estuvieran en situación irregular.
Ante esta exclusión, el Gobierno catalán dictó una Instrucción en la que reconocía el derecho a la asistencia sanitaria a las personas en situación irregular que llevaran más de 3 meses empadronados en Cataluña. Por lo tanto, hasta que Monique no se empadronó y no pasaron tres meses, no pudo ir al médico. Sin embargo, el derecho que reconocía la Instrucción del Gobierno catalán era en dos niveles: en el primer año de padrón, Monique sólo tenía derecho a la atención primaria y a partir del segundo año ya podría acceder a la atención especializada. Sólo si había una necesidad contrastada durante el primer año, se podía autorizar la atención en un ámbito de especialización.
Ahora, personas que estén en la situación de Monique o de su madre, podrán acceder de manera gratuita a la sanidad pública siempre que estén empadronadas o prueben su arraigo en Cataluña. Cáritas Diocesana de Barcelona celebra esta nueva ley ya que elimina la limitación temporal del padrón para acceder a la sanidad y, de nuevo, permite un acceso universal a todos los servicios médicos que ofrece el Servicio Catalán de la Salud.