Cáritas Diocesana de Barcelona, el Secretariado Diocesano de Pastoral con Migrantes y “Caminamos juntos en la diversidad” celebran la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2021 en la parroquia de Sant Josep de Badalona
Personas de toda la diócesis de Barcelona se reunieron el pasado domingo 3 de octubre para celebrar la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. La Iglesia de Sant Josep se llenó hasta la bandera (siguiendo todas las medidas COVID-19), acogiendo un clamor a la esperanza para todas aquellas personas migrantes que llegan aquí en busca de nuevas oportunidades.
Durante la Eucaristía, el director la Pastoral con migrantes, Mn. Joan Cabot, reivindicó el valor de la diversidad, no como un obstáculo, sino como sinónimo de cultura y riqueza. Asimismo, defendió que los movimientos migratorios son intrínsecos en el ser humano, y que, gracias a estos movimientos, hemos podido crear la sociedad que somos hoy. También se hizo una referencia a las palabras del Papa Francisco, invitando a los asistentes a construir un hogar donde se escuchen varios acentos, pero con una base común.
“Hay leyes injustas que condenas a las personas migrantes a malvivir”
Durante la jornada, tuvimos la oportunidad de hablar con algunos de los asistentes. Carme y Montse, miembros del consejo pastoral de la Parroquia de la Mare de Déu del Carme (situada en el Raval) dicen que encuentros como este hacen evidente la importancia de ser comunidad. “Nuestra parroquia se encuentra en un barrio con una gran diversidad. Escuchar y conocer el entorno que te rodea es esencial a la hora de acoger y acompañar a las personas recién llegadas”, indican. Asimismo, piden a los gobiernos leyes más justas, ya que las actuales condenan a las personas migrantes a malvivir.
Seguidamente hablamos con Cleto, miembro de la comunidad filipina y vinculado al Arciprestazgo de la Rambla-Poble Sec. Cleto explica que no es la primera vez que asiste al encuentro, y que cada vez que viene confirma la voluntad de la Iglesia para acoger y acompañar desde la diversidad. En su opinión, los gobernantes han de ayudar a toda la población sin excepción, pero cree que hay que poner especial atención en las personas migrantes, sobre todo a la hora de conseguir los papeles. “Las personas migrantes de la nave que incendió a Badalona, por ejemplo, vivían en precario por su situación irregular. Desgracias como estas se deben evitar”, afirma convencido.
Finalizada la Eucaristía, se dio voz a las personas migrantes que vivían en la fábrica incendiada de Badalona, para explicar su situación y denunciar la precaria situación en que se encuentran. Para cerrar la jornada, se realizaron una serie de danzas y bailes tradicionales, propios de las diferentes culturas y nacionalidades que se reunieron en el encuentro.
