A tres días de arrancar la campaña electoral para las elecciones municipales del 26 de mayo, los Dilluns dels Drets Humans invitó a las distintas fuerzas políticas con representación en el consistorio barcelonés para confrontar y debatir sobre las políticas sociales que necesita la ciudad por los próximos cuatro años
Ante unas 150 personas, Joan Subirats (Barcelona en Comú), Ferran Mascarell (Junts per Catalunya), Maribel Barceló (Barcelona pel Canvi – C’s), Elisenda Alamany (Esquerra Republicana de Catalunya), Joan Batlle (Partit dels Socialistes de Catalunya), Ignacio Sánchez (Partit Popular) y Maria Rovira (Candidatura d’Unitat Popular), fueron los encargados de defender las propuestas de cada uno de los partidos en materia social. El debate moderado por la periodista del Diari ARA, Mireia Esteve, se dividió en cinco bloques, y permitió a las entidades sociales preguntar sobre la vivienda, la remunicipalización y el derecho al agua, el turismo, la pobreza o los derechos de las personas migrantes.
El primer bloque se centró en la problemática de la vivienda y el alquiler, uno de los fenómenos que hay que resolver de manera urgente. Los partidos estuvieron de acuerdo en decir que la vivienda se debe abordar de manera global a toda el área metropolitana de Barcelona, y que hay que apostar por la construcción de más vivienda pública. Maria Rovira (CUP), manifestó que no se puede tratar la vivienda como una mercancía, y el candidato del Partido Popular advirtió que se deben denunciar las constantes ocupaciones de viviendas que se producen en Barcelona. Entre otras propuestas, el candidato de JxCAT propuso pasar del 2% al 25% de viviendas de titularidad pública en Barcelona.
Con relación a la remunicipalización de servicios básicos como el agua, los candidatos estuvieron de acuerdo en decir que es un bien común, y que hay que garantizar que todos los ciudadanos puedan acceder. Maribel Barceló de Barcelona pel Canvi – C’s indicó que la gestión del agua se debe trabajar con una colaboración público privada, poniendo en el centro a las personas que sufren la pobreza energética. El candidato de Barcelona en Comú, Joan Subirats, apostó por una gestión pública del agua, y propuso que esta gestión también la deben poder llevar a cabo las entidades sociales o las cooperativas. “El tercer sector gestiona eficientemente muchos servicios públicos, y es bueno que nos acompañen en la gestión de derechos básicos como el acceso al agua”, apuntó Subirats.
El tercer bloque se centró en el modelo turístico, y es uno de los temas que suscitó más intervenciones contrapuestas. La mayoría de partidos se pusieron de acuerdo a la hora de plantear el turismo como una oportunidad. En este caso, la candidata de la CUP fue la más crítica con el turismo. “Apostamos por un decrecimiento turístico que deje de expulsar las vecinas de sus barrios”, propuso Rovira. En contraposición, el candidato del PP apuntó que el turismo genera 60.000 puestos de trabajo en Barcelona, y que no se puede criminalizar este sector. Con todo, los candidatos se pusieron de acuerdo en decir que hay una buena gestión del turismo, y que los beneficios económicos de este sector deben revertir positivamente a toda la ciudadanía, y no solo a las empresas turísticas.
Seguidamente, la pobreza fue uno de los temas que planteó mayor interés y preocupación por parte del público. La candidata de ERC apuntó que la pobreza en Barcelona tiene rostro de mujer y de niño, y el candidato de JxCAT añadió que hay una pobreza invisible, que es la que sufren las personas mayores. Albert Batlle, del PSC, advirtió que unas 1.000 personas duermen en las calles de Barcelona, y que el sinhogarismo y el chabolismo han aumentado exponencialmente durante el último mandato. Los candidatos agradecieron la labor de las entidades del 3er sector en la lucha contra la pobreza, y subrayaron que las políticas de inserción laboral son básicas para que las personas puedan trabajar y salir de su situación de precariedad. Subirats (BeC) denunció que si bien el trabajo debe ser sinónimo de autonomía de las personas, es necesario apuntar que parte de esta pobreza proviene de los sueldos precarios que perciben muchos trabajadores y trabajadoras de la ciudad. “Hay responsabilidad del sector privado para que garantice sueldos dignos”, apuntó Subirats. Para mitigar la pobreza en Barcelona, algunos de los candidatos propusieron el establecimiento de una renta mínima, impulsar la formación para las personas desempleadas y acoger y acompañar a las personas más vulnerables, entre otras propuestas.
El último bloque se centró en las personas migradas, y el fenómeno de los menores no acompañados estuvo muy presente durante las intervenciones de los candidatos. El candidato del PSC afirmó que durante el último año han llegado más de 3.000 menores en Barcelona, y que es una cifra ingestionable por parte de la ciudad. Alamany, de ERC, pidió al resto de candidatos que hay que abordar el debate sobre las personas migradas, pero se deben evitar discursos xenófobos que realizan ciertos partidos políticos. Con relacions a los jóvenes migrantes, Maribel Barceló, propuso aumentar el número de educadores sociales que trabajan con este colectivo.
Al finalizar el debate, los candidatos agradecieron el formato del debate propuesto por los Lunes de los Derechos Humanos, afirmando que les permitió desarrollar sus propuestas y que el público pudiera saber de primera mano las recetas en materia social de cada una de las formaciones políticas. Personas del público agradecieron la moderación del debate, destacando que durante el diálogo entre partidos salieron muchas ideas que seguramente no tendrán cabida en la campaña electoral.