Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Justicia Social el pasado 20 de febrero, hacemos una reflexión sobre la labor y la perspectiva de Cáritas en lo que respecta a la promoción de la justicia social.
Los valores de justicia, solidaridad y responsabilidad social, juntamente con la defensa de los derechos sociales, heredada de la Doctrina Social de la Iglesia, han impregnado nuestra acción social desde el principio. La suma de estos pilares fundamentales, nos ha llevado a realizar múltiples investigaciones con la finalidad de identificar la vulneración de los derechos sociales en nuestra sociedad y de crear recursos y servicios destinados a poner solución. Reconociendo así, la justicia social como la principal defensa contra cualquier forma de opresión y como la base de un desarrollo humano en igualdad de condiciones.
Los derechos sociales son aquellos que afectan directamente a la vida cotidiana de las personas, los que les facilitan desarrollarse con autonomía, igualdad y libertad permitiéndoles gozar de una vida digna. Desgraciadamente, estos derechos no reciben la misma protección que los derechos civiles o políticos, lo que hace que sean más vulnerables y merezcan una atención especial por nuestra parte. Por eso, desde Cáritas trabajamos para garantizar su cumplimiento a través de la sensibilización y la denuncia.
El contacto con las personas que sufren pobreza y exclusión social, hace que nuestra manera de defender los derechos sociales sea identificando sus causas y denunciando las injusticias para conseguir una sociedad más justa. Por eso, Cáritas ha realizado diversos estudios a lo largo de su historia que, además de ser llevados a cabo para visibilizar las situaciones de exclusión social que sufren muchas personas e instar a los poderes a un cambio de legislación que haga posible el reconocimiento de los derechos sociales, han servido para ir ajustando la acción social de Cáritas a las nuevas necesidades del entorno.
Por otra parte, es necesario ampliar la mirada desde los Derechos Sociales a los Derechos Humanos. Sabemos que para promover la justicia social tenemos que superar la única perspectiva de satisfacer las necesidades fundamentales de las personas. No sólo debemos cubrir las necesidades más básicas, sino que también el afecto, la libertad, el ocio, la creación, la espiritualidad… Y también dejar de verlas sólo como necesidades y atender las potencialidades que suponen.
Lamentablemente, en el contexto actual, los derechos sociales están en permanente amenaza y, por eso, desde Cáritas rechazamos cualquier medida que suponga una restricción en el acceso a los derechos y que infrinja el principio de igualdad, ya que consideramos que sólo así se hará justicia.
