“A pesar de las dificultades vividas durante el 2020, hay datos para la esperanza”. Así se ha expresado Dessirée Garcia, responsable del programa de Formación e Inserción Laboral de Cáritas Diocesana de Barcelona, al presentar los datos de empleo de Feina amb Cor, el servicio de acompañamiento al empleo de Cáritas Diocesana de Barcelona. A pesar de la pandemia 500 personas atendidas por este proyecto han encontrado trabajo durante el 2020.
Más de la mitad de estos contratos han sido a jornada completa, y los sectores donde se han insertado más personas son los relacionados con el mantenimiento, la limpieza y la conserjería (24%) y en segundo lugar el sanitario o relacionado con servicios sociales (22%). En cuanto al perfil de las personas insertadas, un 57% son mujeres y el 66% tenían estudios secundarios, bachillerato o universitarios. “Desde Feina amb Cor, creemos que todo el mundo merece una oportunidad, y factores como la edad, el sexo o los estudios no deben ser un impedimento para encontrar trabajo“, ha indicado García.
Este proyecto se inició en diciembre de 2013, y empezó a caminar para mitigar los efectos de la crisis económica de 2008. En Feina amb Cor, la persona dispone de un asesor que lo guía durante aproximadamente seis meses, participa en acciones grupales en las que adquiere y potencia las competencias, realiza simulacros de entrevistas y asiste a diferentes sesiones donde busca trabajo de forma activa, constante y autónoma. Casi 8000 personas han pasado por el programa desde finales de 2013, y el 70% han terminado insertándose en el mercado laboral. A pesar de las limitaciones actuales, la mayoría de los acompañamientos han continuado realizándose de forma online, entre ellos entrevistas, asesoramientos o píldoras de motivación. “Feina amb Cor se basa en hacer mucho trabajo con mucho corazón. El apoyo en la búsqueda de empleo sin corazón no funciona; y el corazón sin un acompañamiento profesional, tampoco”, ha afirmado García.
Un mercado laboral inestable
“Somos conscientes que las 500 inserciones son una gota en medio del desierto. Pero no nos rendimos, y continuaremos acompañando a todas aquellas personas que lo necesiten”, ha indicado la responsable de formación e inserción laboral. La última encuesta de población activa (EPA) muestra que el cuarto trimestre de 2020, el paro en Catalunya fue de 537.900 personas, un aumento de 132.100 personas respecto al mismo trimestre del año anterior (+32,6%), y situándose en niveles no vistos desde el 2017.
Los datos de Cáritas Barcelona indican que el 53% de las personas en edad de trabajar que viven en hogares atendidos por la entidad no tiene trabajo (13 puntos porcentuales más que antes de la COVID-19), y que un 17% de las familias que atienden se sustentan gracias a la economía informal. Además, un 48,1% afirma haber perdido alguna oportunidad de trabajo, de formación o de recibir prestaciones debido a las dificultades de conexión o de la falta de habilidades para realizar los trámites necesarios. Todo ello, sumado a una insuficiente protección social, provoca que 7600 personas atendidas por Cáritas vivan en hogares sin ningún ingreso, casi el doble de personas que antes del inicio de la pandemia.
En este escenario actual de crisis, que ha impactado de manera casi global en la economía, Cáritas pide impulsar cambios estructurales y promover la creación de puestos de trabajo en sectores innovadores, sector de los cuidados a las personas, sector sanitario y sectores respetuosos con el medio ambiente.
Son necesarias políticas activas de empleo focalizadas en los colectivos más vulnerables. Las políticas de empleo municipales y autonómicas deben tener una mirada enfocada en las personas en situación de exclusión social, facilitando su tránsito dentro del mercado laboral, acompañándolas a ellas y a las empresas que las pueden contratar y flexibilizando las condiciones de ejecución de estas para poder adaptarse a la situación de las personas.
La colaboración entre las administraciones públicas y las entidades en la inserción laboral se traduce en programas que dan buenos resultados en la inserción de personas en situación de vulnerabilidad. Cáritas pide que se profundice en esta relación y se fomenten proyectos para reducir la brecha digital de las personas en situación de mayor vulnerabilidad.