Más de 20 Clubes Deportivos de la diócesis de Barcelona están ofreciendo este verano 340 estancias gratuitas para niños y niñas de entre 5 y 13 años. Todos los centros forman parte del proyecto “Clubes con Corazón”, que pretende sensibilizar a los clubes deportivos respecto a las necesidades de los más desfavorecidos.
Las actividades que se ofrecen son muy diversas: natación, tenis, juegos de mesa, salidas, al mismo tiempo que se garantiza una comida y hacen los deberes escolares del verano. Las estancias son una oportunidad para que vivan una experiencia diferente durante estos meses. Las estancias les permiten desarrollar sus capacidades, trabajar los valores a través del deporte y relacionarse con otros niños y niñas de su edad.
Este proyecto empezó el verano del 2013 junto con el Club de Tenis Barcino y el Club Deportivo Laietà que tuvieron la iniciativa de ofrecer la oportunidad de disfrutar de unas estancias de verano a niños y niñas de Cáritas durante el periodo estival.
La experiencia fue tan positiva que el reto del curso 2014 se centró al repetir las “Estancias con Corazón” haciendo extensiva la propuesta a todos los clubes con corazón que quisieran participar en esta iniciativa y así poder ofrecer más plazas a nuestros usuarios.
Este es el tercer año que se realizan y se consolida como una de las propuestas más atractivas por los niños y adolescentes.
Valores aprendidos con el deporte
Trabajar en equipo, respetar a las otras personas, escuchar, solucionar los problemas de forma creativa, etc. son algunos de los valores que los niños y las niñas que estos días participan a las Estancias con Corazón aprenden. Y es que el deporte, tal y como nos recuerda Manel, uno de los monitores del Club Brafa, uno de los que hacen posible esta iniciativa, “es un canal a través del cual los niños pueden integrar habilidades y formas de relacionarse que les servirán por toda la vida”. Uno de los responsables de esta misma entidad deportiva también subraya la importancia de acciones solidarias como la de Estancias con Corazón porque es una forma de trabajar directamente con los niños y las niñas “pero también de velar por el bienestar de la familia: Fijándome en si un niño almuerza o no puedo detectar situaciones que se viven en casa e incidir”.