Cáritas Diocesana de Barcelona celebra la fiesta intergeneracional donde jóvenes y mayores comparten momentos de alegría
“Más de 47 escuelas con corazón han participado en la fiesta intergeneracional, todo un éxito”. Así se expresaba Chufa Muntañola, voluntaria de Cáritas Diocesana de Barcelona y coordinadora de Escuelas con Corazón. Escuelas con Corazón agrupa aquellos colegios de la diócesis de Barcelona que participan activamente en todo lo que Cáritas organiza en favor de las personas más vulnerables. En esta ocasión, 47 escuelas han elaborado decoraciones y regalos para adornar las cocheras de Sants, espacio donde se ha realizado la fiesta intergeneracional dedicada a la gente mayor. Además de elaborar trabajos manuales, alumnos de doce de estas escuelas han participado en la logística de la fiesta y han realizado actuaciones para que todos los asistentes disfruten.
“Es muy bonito acompañar a las personas mayores, son muy agradecidos”, comentaba una de las alumnas presentes en la fiesta. Otros indicaban que era la primera vez que asistían, pero que les ha gustado mucho escuchar las historias de los ancianos y que el próximo año querrían repetir la experiencia.
La fiesta ha contado con bailes, coreografías variadas, música y diversión, y como en anteriores ocasiones no podía faltar la merienda ofrecida por el Hotel Arts, una Empresa con Corazón que colabora en muchas de las actividades que Cáritas realiza a lo largo de al año.
Uno de los grupos de personas mayores que vivió la fiesta con más alegría fue el tramado de vida de la parroquia del Bon Pastor. El tramado de vida de Bon Pastor está formado por personas mayores que se reúnen una vez de semana en la parroquia y realizan actividades para trabajar en red, compartir buenos momentos y pasar el rato. Estos encuentros semanales ayudan a las personas mayores a hacer frente a la soledad y romper con la rutina diaria. Caterina y Antonia, dos de las participantes del tramado de vida, nos cuentan que se lo pasan muy bien y que realizan multitud de actividades como ir al teatro, cantar o hacer trabajos manuales. “Esta flor que llevo en la solapa la he hecho yo”, nos indica Antonia. Antonia nos cuenta que vive sola, y que desde que murió su marido el acompañamiento de Cáritas y de las voluntarias le ha hecho mucho bien. “Estoy muy contenta con la Pepi y la Flora. ¡Al principio me costaba salir de casa, pero con su acompañamiento y actividades como esta fiesta disfruto mucho! “, dice.
Carme Gargallo, responsable del programa de Mayores de Cáritas Diocesana de Barcelona indica que actividades como la fiesta intergeneracional son esenciales para el día a día de las personas mayores. “El 70% de las personas mayores que atendemos viven solas, y desde Cáritas debemos trabajar para combatir esta soledad no querida”, explica Carme. Durante todo el año hay varias actividades enfocadas al colectivo de gente mayor, pero esta es especial porque pone en común a jóvenes y mayores.
¡Desde Cáritas, queremos agradecer el trabajo de todas las personas que han hecho posible que la fiesta intergeneracional haya sido todo un éxito!