Desde hace tres años, Juana Santos es voluntaria de Cáritas Diocesana de Barcelona. Su compromiso, energía y calidez ha dejado huella en muchos proyectos, y este año es una de las caras visibles de la campaña de Cáritas Mientras haya personas, hay esperanza
Cada miércoles, de 10 de la mañana a 12 del mediodía, Juana lidera un grupo excursionista de Cáritas formado por diez mujeres de distintas nacionalidades y edades. Juntas caminan y recorren la ciudad de Santa Coloma: visitan museos, suben montañas, pasean por las colinas de Sant Jeroni y comparten la vida.
Esta actividad ha sido un punto de encuentro, una puerta abierta a la ciudad y otras culturas. “Lo que más me gusta es que todas estamos muy unidas, somos un grupo precioso. Todas nos ayudamos”, explica Juana.
“Me siento muy feliz viendo a las participantes tan contentas. Me gusta enseñarles la ciudad, las costumbres y aprender de ellas”, dice Juana, que afirma sentirse profundamente agradecida por participar en el espacio polivalente de Cáritas del barrio de Singuerlín de Santa Coloma. “Desde el primer día me sentí acogida como voluntaria. Cáritas ha hecho mucho bien en el barrio. El vecindario lo reconoce, y están muy felices con el centro. No solo ofrecemos actividades gratuitas y abiertas a todo el mundo, sino que también acogemos a personas que recientemente están en el barrio, sin distinción”.
Uno de los momentos más especiales que ha vivido Juana ha sido participar en la campaña de Cáritas de este año, que va presidida por el lema Mientras haya personas, hay esperanza. “Me hizo muchísima ilusión. Llamé corriendo a mi madre. Sentí que mi esfuerzo como voluntaria había sido valorado, y que puedo representar a otras personas que también lo dan todo desde cada uno de los proyectos de Cáritas. Es un gran honor”.
Juana anima a las personas que desean unirse como voluntarias de Cáritas a dar el paso: “No hay nada como ayudar y ver cómo esto también te transforma. Volver a casa llena de amor después de una jornada de voluntariado no tiene precio”.