En el Día Internacional del Voluntariado, las personas voluntarias de Cáritas, queremos compartir con la sociedad en general y con las comunidades cristianas, en particular, nuestras convicciones en relación a nuestra acción voluntaria, dando visibilidad a esta forma de vida.
Agradecemos a tantas personas que día a día prestan su servicio voluntario a los más pobres. Aunque puede que el voluntariado no esté pasando por su mejor momento en cuanto a cifras se refiere, tenemos la inquietud de adaptar nuestra acción para seguir llevando a cabo nuestra misión: acompañar. Acompañar desde la fe y el compromiso y sin esperar nada a cambio (aunque todos sabemos que recibimos más de lo que damos).
Vivimos en una sociedad hiperactiva, llena de conflictos, guerras e injusticias, en la que muchas veces pasa desapercibida nuestra labor. Firmes en nuestros valores de solidaridad y justicia, nos sentimos llamados a la acción, sin protagonismos, pero decididos y por ello queremos darle valor y reconocimiento.
Tal y como dijo el Papa Francisco en la pasada JMJ de Lisboa, “En la Iglesia, ninguno sobra. Ninguno está de más. Hay espacio para todos. Y eso Jesús lo dice claramente. Vayan y traigan a todos, jóvenes y viejos, sanos, enfermos, justos y pecadores ¡Todos, todos, todos! En la Iglesia hay lugar para todos”.
Todos podemos ser y hacer voluntariado. Con compromiso firme y voluntad de construir un entorno mejor. Cuidando nuestra identidad y confiando en cada uno de nosotros. No nos consideramos “súper-hombres”, “ni súper-mujeres”, como dice el papa en la VII Jornada Mundial de los Pobres, sino “vecinos de casa”, que no nos limitamos a dar algo, sino a escuchar, dialogar e intentar comprender la situación y sus causas para dar consejos y referencias justas, estando atentos a las necesidades materiales y espirituales, también a la promoción integral de las personas para hacer presente y visible el Reino de Dios.
Por todo ello junto a todas las personas voluntarias de las 70 diócesis queremos en este día especial dar y darnos las GRACIAS. Gracias por la dedicación no siempre reconocida. Gracias por seguir poniendo día a día a las personas en el centro de la acción. Gracias por la calidez y con calidad en el trato y la relación con participantes y otros voluntarios. Gracias por escuchar, aunque la situación sea dura. En definitiva, GRACIAS por creer en esta forma de vida que es el voluntariado.
Por todo ello, siguiendo el proceso entorno al estado actual del voluntariado iniciado en la Asamblea General, consideramos que este puede ser un buen momento para escucharnos y reforzarnos en nuestra labor dentro de Caritas. Os animamos a que sigamos dando nuestra voz en defensa de los empobrecidos con nuestra acción directa y nuestra forma de entender la vida.