Tener suerte, o no, marca la diferencia y condiciona profundamente las oportunidades de cada persona. En Cáritas lo sabemos bien; por eso trabajamos para que todos los niños y niñas tengan las mismas oportunidades. Cada Año Nuevo, cuando comemos los 12 granos de uva, pedimos suerte para lo que vendrá. Pero no todos los deseos son iguales. Para demasiados niños en nuestro país, la vida comienza con una desventaja injusta, y crecer en condiciones de exclusión social multiplica por dos la probabilidad de caer en la pobreza durante la etapa adulta. La pobreza se hereda, y por eso es necesario actuar para que cada niño pueda construir un futuro digno. Esta Navidad, con nuestra campaña, te invitamos a sumarte y ayudarnos a hacer realidad esta esperanza.
El Informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en Cataluña denuncia que llevar una vida digna se ha convertido, para muchos hogares de nuestro país, en una cuestión de suerte. Tenemos una sociedad cada vez más fragmentada, donde la vivienda y la precariedad laboral se han convertido en los principales motores de la desigualdad. El retrato es contundente: 1,35 millones de personas en Cataluña se encuentran en situación de exclusión social, es decir, un 17% de la población. A esto se suma que 1 de cada 3 personas vive en integración precaria, con un altísimo riesgo de caer en exclusión ante cualquier cambio económico.
Uno de los ámbitos que más condiciona la vida de las personas es la vivienda. En Cataluña, casi 2 millones de personas sufren precariedad residencial, y 1 de cada 5 se encuentra en exclusión en este ámbito. Muchas familias caen en pobreza severa después de pagar la vivienda; otras viven hacinadas o en situación de tenencia precaria, con el miedo constante de perder su hogar.
El trabajo, que debería ser una garantía de protección, ya no es suficiente. 1,4 millones de personas ocupadas viven en precariedad laboral. La inestabilidad, los bajos salarios y el desempleo de larga duración tienen un impacto directo en la salud física y mental de las personas, agravando aún más la fractura social.
Las fracturas, sin embargo, no afectan a todos por igual. Las mujeres continúan sufriendo más exclusión —1 de cada 5 hogares encabezados por mujeres está en exclusión— y las personas migrantes son uno de los colectivos más castigados: un 43% vive en exclusión, cifra que aumenta hasta el 75% en caso de irregularidad administrativa. Los grandes perdedores siguen siendo los niños y adolescentes: 1 de cada 3 está en exclusión, un dato que ha ido creciendo y que nos alerta de que les estamos recortando futuro y oportunidades.
Esta Navidad, Cáritas Cataluña invita a mirar la realidad con corazón abierto y compromiso. El nacimiento de Jesús sigue aconteciendo allí donde la vida es más frágil y vulnerable, y es en estos espacios donde nuestra presencia y solidaridad son más necesarias. Bajo el lema “Mientras haya personas, hay esperanza”, recordamos que la dignidad humana nos hace iguales, y que acceder a los derechos básicos nunca debería depender del azar.
Cada día, desde las Cáritas parroquiales, los proyectos y los centros de toda Cataluña, acompañamos a miles de personas para que puedan construir una vida más justa y digna. Y esto solo es posible gracias a la generosidad de tantas personas comprometidas.
El sufrimiento de los demás nos interpela y nos mueve a transformar la realidad. Tú tienes mucho que ver en ello, y puedes ayudarnos a revertir esta situación. ¿Nos ayudas?
¡Felices fiestas!
