Más de 190 países firman la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes, un documento no vinculante que propone pretenciosos objetivos pero que está marcado por la ausencia de compromisos concretos inmediatos
La 71ª reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas se concebía como “una oportunidad histórica para fortalecer la respuesta internacional para con la migración y para crear un sistema capaz de proteger los derechos y responder a las necesidades de los grandes movimientos de refugiados y migrantes”. Así de esperanzadora se mostraba Cáritas Internacional ante la primera cumbre de alto nivel de la ONU dedicada a refugiados y migrantes, que tuvo lugar este 19 de septiembre en Nueva York.
El documento aprobado a raíz de este encuentro, la Declaración de Nueva York, refuerza la protección hacia los refugiados y los migrantes aunque no es legalmente vinculante para los 193 países que lo han firmado y no incluye ninguna acción o compromiso concreto inmediato con el fin de resolver la situación actual, ya que hasta el año 2018 no se firmará un pacto mundial para garantizar un enfoque integral.
¿Qué piensa Cáritas Diocesana de Barcelona de esta Declaración?
Aunque la intención y el interés por solucionar esta crisis humanitaria es positiva, desde Cáritas Diocesana de Barcelona -siguiendo la línea de Cáritas Española- reclamamos, pedimos y esperamos compromisos más firmes y efectivos: una protección real de todos los refugiados y migrantes y un desarrollo explícito, concreto e intenso de los derechos humanos. Estas personas no pueden esperar más: se está jugando con su dignidad, su vida y sus derechos. Esto, que es tan sagrado e intrínseco para Cáritas, también lo debería ser para todo el resto de líderes mundiales, los cuales deberían velar por un reconocimiento, acogida, trato y protección lo más dignas posible en favor de los emigrantes y refugiados. Y, sobre todo, en este Año de la Misericordia, en la que “acoger al forastero” es una de las obras de misericordia que propone el Evangelio.
Una Declaración que evidencia los errores
“La cumbre se ha convocado porque hasta ahora hemos fallado estrepitosamente (…) Es una vergüenza que las víctimas de crímenes abominables tengan que sufrir aún más por culpa de nuestro fracaso a la hora de protegerlos”, reconoció Zeid Ra’ad Al Hussein, alto comisario para los Derechos Humanos. Siguiendo sus palabras, el Cardenal Parolin, secretario de Estado del Vaticano, recordó que “la primera causa de la crisis actual de refugiados y migrantes es el hombre: sus guerras y conflictos”.
Con el objetivo de “salvar vidas en un reto moral y humanitario”, la Declaración se puede resumir en seis puntos: proteger los Derechos Humanos de todos los refugiados y migrantes independientemente de su situación económica o social; asegurar la educación necesaria para los miles de niños refugiados y migrantes; asistir a todos los afectados por conflictos; ayudar a los estados que acogen gran número de refugiados y migrantes; mejorar la ayuda humanitaria, y aumentar las ayudas y la recolocación de los refugiados.