El pasado lunes se presentó en la parroquia de Santa María de Sants el nuevo centro que se impulsará con la gestión de Cáritas Diocesana de Barcelona en recuerdo de Mn. Pere Oliveras, un cura que pondrá nombre al centro, por el servicio que dedicó a los más necesitados.
El arzobispo Joan Josep Omella presidió el acto de la primera toma de contacto de este proyecto futuro, que consistirá en un nuevo equipamiento para atender a las personas que lo necesiten. Una propuesta que el rector y los feligreses han motivado con el objetivo de mantener vivo el espíritu de Mn. Oliveras.
Espíritu solidario
“Queremos continuar con la tarea que Mn. Oliveras hizo, que es muy positiva para el barrio, la parroquia y los grupos de nuestra institución”. Así lo explicaba el rector de Santa María de Santos, Mn. Josep Lluís Socías, quien según expuso la intención es continuar con este espíritu de ayuda hacia los necesitados.
A continuación el director de Cáritas de Barcelona, Salvador Busquets, destacó la suerte de contar con el legado de Mn. Oliveras, que transforma el trabajo de ayuda a los demás en un compromiso personal.
Busquets expuso que, además del legado material que dejó Mn. Oliveras, también hay que tener en mente a “las personas para las que era importante”. “Queremos que las personas que fueron importantes para Mn. Oliveras sean importantes para nosotros. Queremos aprovechar el hecho, de la vida y la tarea de Mn. Pere Oliveras, aquí en este barrio para reforzar y profundizar en esta idea”, dijo.
Trabajando juntos
Por último, el arzobispo intervino con un discurso esperanzador, por el proyecto que se enmarca en este año de la misericordia ayudando a los más vulnerables, como por la acción común que se desarrolla, una tarea solidaria promovida por todos, y para el bien de todos. “Aquí estamos -dijo Omella- construyendo una acción de misericordia inspirada en Mn. Pere Oliveras, secundada por la parroquia que han impulsado esta decisión, y gracias también a la administración diocesana y por Cáritas, dijo. Dio las gracias “porque es así como se debe trabajar: todos juntos”.
Destacó la acción social de Cáritas que, según dijo, “tiene dos patas”: una, en la que destaca la caridad personal que cada uno hace, y por otro lado, la caridad organizada. En esta segunda, explica Omella, “es donde se encuentran todas aquellas personas activas, en la construcción del desarrollo de la misma gente”. Recordó pero que “no podemos obviar que es la misma Iglesia, la misma comunidad cristiana, la que organiza”, de modo que allí donde hay una necesidad llegue la solidaridad de toda la comunidad.