Todos los partidos políticos participantes a los Lunes de los Derechos Humano coinciden en que se necesitan políticas para fomentar el acceso a la vivienda de manera urgente
El pasado 24 de abril, con motivo de las elecciones municipales del 28 de mayo, los candidatos de los principales partidos políticos que se presentan a las elecciones de Barcelona participaron en el debate electoral de los Lunes de los Derechos Humanos, ECAS y lafede.cat. El debate, que se celebró en el Canódromo – Ateneo de Innovación Digital y Democrática, lo moderaron los periodistas Abigail Armengol (betevé) y Toni Castro (La Xarxa) y participaron Ester Capella (ERC), Marc Serra (BeC), Joan Ramon Riera (PSC), Neus Munté (Trias per Barcelona – JxCAT), Nico Ortiz (C’s), Marilén Barceló (Valents), Juan Milian (PP) y Basha Changue (CUP).
En un primer bloque, los partidos coincidieron a decir que la vivienda se tiene que situar como el problema número uno que hay que abordar durante el próximo mandato. Marc Serra, representante de Barcelona en Comú, defendió la gestión del gobierno municipal de los últimos años, indicando que se ha pasado de 7.000 a 11.600 viviendas de titularidad pública.
El representante del PSC admitió que hay una carencia de oferta de vivienda en Barcelona, y que esto hace aumentar exponencialmente el precio del alquiler. Propuso activar suelo que está libre, y llegar a 50.000 viviendas alrededor de los barrios de la Sagrera y la Marina del Prat Vermell.
Por parte de Esquerra Republicana, pero también desde la CUP y C’s, se coincidió en que el acceso a la vivienda es un derecho, y que nadie puede acceder a todos los derechos si no tiene un lugar donde vivir. Por lo que hace a las propuestas, ERC defendió la construcción de 20.000 viviendas más en Barcelona, de las cuales 6.000 o 8.000 tendrían que ofrecer un alquiler asequible. Además, también apostó por la rehabilitación y movilización de viviendas vacías, propuesta con la cual coincidió Neus Munté, y transformar aquellas oficinas que se encuentran en primeras plantas en vivienda.
La candidata de Trias per Barcelona y el representante del Partido Popular afirmaron que la ley que obliga a destinar el 30% de los pisos nuevos de Barcelona a vivienda asequible ha sido un fracaso. En el caso de Neus Munté, propuso flexibilizar los criterios para acceder a la mesa de emergencia, puesto que como apuntó el candidato de C’s, hay 700 personas en lista de espera para poder acceder a esta. “Limitar los precios del alquiler nunca es la mejor solución. Una buena medida seria reducir la IVI de los propietarios de inmuebles de Barcelona en un 30%”, añadió el candidato del PP.
El representante de C’s denunció que en Barcelona no se llega al 2% del parque de vivienda pública y la representante de Valientes apuntó que habría que llegar a la media europea, sitúa en el 9%. Ante esta problemática, ambos apostaron por la colaboración publicoprivada en la hora de poner en marcha nuevas promociones de vivienda.
Finalmente, la CUP instó a no tratar la vivienda desde una concepción mercantilista, denunciando las prácticas abusivas de los fondos buitre. También pidió una mayor colaboración entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya a la hora de construir y ampliar el parque público de alquiler social.
Durante este primer bloque, se hizo especial énfasis en la situación que sufren muchos jóvenes que quieren emanciparse, pero que no pueden hacerlo por el elevado coste de los alquileres. Algunas de las propuestas para este colectivo planteaban la construcción de 3.500 viviendas destinadas a los menores de 35 años (PSC), ampliar las ayudas al alquiler para evitar que los jóvenes se vayan de la ciudad (Trias per Barcelona y Valents) o fomentar los avales para que los jóvenes puedan emanciparse (C’s).
En el segundo bloque, los partidos expusieron sus recetas para reducir la exclusión social. El representante de Barcelona en Comú explicó que las desigualdades se han reducido 1 punto desde 2015, y que el Ayuntamiento invierte unos 250€ de media por habitante en políticas sociales. Así mismo, defendió que en Barcelona puedes empadronarte sin domicilio fijo. “Me gustaría que en el resto de municipios del área de Barcelona esto también sucediera”, explicó.
El representante del partido socialista inició su intervención recordando que la pandemia todavía ha agravado más las desigualdades. A parecer suyo, para reducir la pobreza haría falta que el ingreso mínimo vital (IMV) y las pensiones no contributivas fueran compatibles y que hay que tener en cuenta que el coste de la vida en Barcelona es un 11,3% mayor que al resto de Cataluña. Riera también puso el foco en la soledad que sufren las personas grandes y en la brecha digital que sufren muchos colectivos.
Neus Munté afirmó que había que dotar de más recursos los servicios sociales municipales, y puso el SAIER o SARA como ejemplo de equipaciones infradimensionadas, crítica a que también se sumó la representante de Valents. “Hay listas de espera muy largas, y las personas que necesitan ayuda requieren respuestas rápidas”, indicó.
El candidato del Partido Popular situó el trabajo como la mejor receta a la hora de combatir la exclusión social y advirtió que, a pesar de que el empadronamiento es una puerta de acceso a derechos, también hay que velar por una llegada de personas migrantes legal y ordenada.
Maribel Barceló acusó el gobierno municipal de hacer una inversión social insuficiente, y que habría que implementar una reforma de los servicios sociales. “Tenemos los mejores profesionales del ámbito social, pero no cuentan con los recursos necesarios. Hay 14 o 15 días de espera hasta la primera visita a servicios sociales, y esto se tiene que resolver”, destacó. También propuso más programas de inserción sociolaboral y hacer una reforma del QUESP, puesto que actualmente está desbordado.
Ester Capella, candidata de Esquerra, denunció que la ley de extranjería sitúa a muchos ciudadanos en un limbo jurídico, y que esto provoca que haya personas con todos los derechos y otros que no existen, administrativamente hablando. “Hay que poner a la persona en el centro, y no basar las políticas en el asistencialismo”, defendió.
Finalmente, Basha Changue recordó que 1 de cada 4 personas de Barcelona se encuentra en riesgo de exclusión social, que un 38% de las personas trabajadoras son pobres y que 1231 personas duermen en las calles y plazas de Barcelona. “Tenemos una visión asistencialista de las políticas sociales, y la externalización de servicios sociales supone una precarización de los derechos de los trabajadores”, denunció. Como propuestas, defendió una renta básica universal, y que para garantizar los derechos de las personas migrantes hay que desobedecer. “Tenemos que plantar cara a la guardia urbana cuando toma decisiones que consideramos injustas”, defendió.