Con motivo del Día Mundial del Refugiado (20 de junio), Cáritas Europa recuerda a la Unión Europea y sus Estados miembros que existen soluciones a la actual crisis de solidaridad en Europa. No es necesario poner las vidas de los migrantes y los refugiados en peligro, y prolongar innecesariamente su sufrimiento. Cáritas sigue creyendo que valores europeos como la dignidad, la igualdad y el respeto de los derechos humanos no son meras palabras huecas, sino que tienen más sentido que nunca.
“Nuestro hermano fue secuestrado por ISIS y no tenemos ninguna noticia de él. Nuestra situación se volvió insoportable, así que decidimos salir de Afganistán a pie y hemos viajado un mes y medio para llegar a Grecia. Lamentablemente, durante el viaje, en Irán, perdimos a nuestro padre y no sabemos dónde está. Para llegar desde Turquía a Grecia tuvimos que pagar a los contrabandistas 1.000 euros por persona para un trayecto de 5 horas, sin saber si íbamos a sobrevivir al viaje. Esperamos que nuestro padre y nuestro hermano estén vivos y que nos podamos reunir con ellos en un lugar más seguro. No fue un viaje. Fue una ruta asesina”, explican Mujdah y Mohebullah, hermanos afganos de 15 y 8 años.
Según las Naciones Unidas, desde 2014 al menos 10.000 personas han perdido la vida al intentar encontrar refugio seguro en Europa. Las políticas restrictivas de la Unión Europea impiden que las personas puedan entran en Europa de forma segura, lo que da como resultado un insoportable peaje de muerte. La creciente externalización de las políticas de asilo y migración de la UE a través de acuerdos con terceros países revela una flagrante falta de solidaridad con las personas que huyen de la guerra y la persecución.
“Sueño una Europa que promueva y proteja los derechos de cada uno, sin olvidar los deberes para con todos. Sueño una Europa de la cual no se pueda decir que su compromiso por los derechos humanos ha sido su última utopía “, afirmó el Papa Francisco en su discurso de recepción del Premio Carlomagno 2016.
Europa tiene los medios para poner fin a las muertes innecesarias y el sufrimiento de personas que necesitan de manera urgente protección, solidaridad y compasión. Cáritas Europa aboga por soluciones políticas que son factibles y realistas. Voluntad política y compromiso con los derechos humanos son los únicos elementos que faltan en la ecuación que permita convertir en realidad estas soluciones.
Cáritas Europa pide a la UE y, especialmente, a sus Estados miembros:
– Invertir con eficacia para salvar vidas en el mar.
– Abrir más canales seguros y legales de entrada en la UE, como introducir visados humanitarios más asequibles y accesibles y participar en más reasentamientos.
– Facilitar la reunificación familiar de refugiados y migrantes, y por lo tanto, fomentar la integración en los países de acogida.
– Detener y revertir la externalización de las políticas de migración.
– Deje de utilizar los acuerdos de retorno y readmisión como condición para la ayuda al desarrollo.