Durante los últimos años de crisis se ha sido dando un empobrecimiento de las familias, hecho que ha acabado situando a los menores entre los colectivos más afectados. Y es que una de cada tres personas atendidas por la Cáritas es menor. Dentro del programa de Infancia y Familia de la entidad, una de las actividades que se desarrollaron con motivo de la Navidad, fue el festival que celebraron las familias que forman parte del Centro Abierto de Torre i Baró, un proyecto dirigido a niños y adolescentes de 6 a 14 años que viven situaciones sociales y familiares desfavorables.
Esta celebración se planteó con el objetivo de crear un espacio festivo, de compartir alegría, entusiasmo y complicidad. La fiesta contó con un espectáculo sorpresa, que los padres y madres habían preparado para sus hijos, también con un concurso de villancicos entre las diferentes salas del centro y con la exposición de un vídeo sobre el bienestar con uno mismo, fruto de una asamblea en la cual participaron los niños y niñas del centro junto con los educadores sociales que los acompañan. Para poner fin a la fiesta y también al año, se compartió uno pica-pica montado con la ayuda de Empresas con Corazón que seguramente les dio fuerza para empezar los casales que se hicieron durante las vacaciones de Navidad.
Por otra parte, una vez pasadas las fiestas, los niños y niñas del centro de acogida Marialar hicieron dibujos y escribieron cartas para los reyes magos dándole las gracias por los regalos que recibieron. Este centro acoge a mujeres solas y a mujeres con hijos que se encuentran en situación de urgencia. A través de este recurso, Cáritas ofrece un espacio de contención y seguridad y acompaña a las personas en su proceso de recuperación de las situaciones de violencia y/o de vulnerabilidad que han vivido.
