El actual barrio de Pomar está formado exclusivamente por bloques de promoción pública promovidos, a finales de los años sesenta, la gran mayoría por realojar ex chabolistas de Montjuïc afectados por las riadas y para la construcción de las autopistas y la prolongación del paseo marítimo en la altura del Somorrostro. Pero el nombre de este barrio proviene del antiguo vecindario de Pomar, uno de los más antiguos de Badalona. Queda aislado, separado de la ciudad por el puente de la autopista y una colina que lo hace de difícil accesibilidad. Siempre ha sido una zona con dificultades, con servicios insuficientes, con una población en situación de vulnerabilidad.
Las condiciones de entorno, la débil red social de las familias, las viviendas precarias, las dificultades económicas, la angustia de las familias y las preocupaciones … no facilitan que los padres puedan apoyar a sus hijos nos los aprendizajes escolares. Todos estos factores influyen directamente sobre los procesos de aprendizaje y escolarización de manera que los niños y los adolescentes que viven en contextos vulnerables como el de Pomar tienen más dificultades para conseguir el éxito escolar. En Cáritas hace tiempo que promovemos la existencia de los refuerzos educativos fuera del Horra escolar y que trabajamos en el barrio, pero desde hace tres cursos, con la financiación del Programa ProInfancia de la Fundación Bancaria “la Caixa”, se ha podido incidir más intensamente en la prevención del fracaso escolar a partir de este recurso para niños de 6 a 12 años. Y se ha podido hacer de manera profesionalizada.
El refuerzo educativo va mucho más allá de ayudar a hacer los deberes, busca mejorar los hábitos de estudio, promover la autonomía en el aprendizaje, incrementar las expectativas de éxito e impulsar el rendimiento escolar y los resultados académicos, y hacerlo implicando no sólo a los niños y adolescentes, sino también a sus familias y la comunidad escolar. Por ello, el proyecto de refuerzo educativo que plantea el Programa ProInfància de la obra Social de “la Caixa” conjuntamente con nuestra institución, se dirige a niños con problemas de rendimiento escolar, indicadores de riesgo en el seno de la familia o con dificultades logopedias y psicomotoras. En Badalona se hace en locales de Cáritas o en locales parroquiales. Silvia Merino, es la educadora del refuerzo de Pomar. Ella, junto con Ester Fernández, que es integradora social y Meli, voluntaria, se ocupan de dos grupos de niños, los cuales asisten al refuerzo dos veces por semana cada uno, durante dos horas, al terminar las clases.
“En el refuerzo -explica Silvia- se trabajan hábitos: dejar las cosas siempre en el mismo lugar, lavarse las manos antes de comer, merendar de forma equilibrada, limpiar y ordenar, los deberes escolares … Pero también se utiliza el juego, ya sea dirigido o libre, para trabajar actitudes, emociones y todo aquello que define la personalidad “. Aparte del trabajo con los niños y adolescentes, se trabaja también con las familias. De hecho, explica Silvia, “a partir del refuerzo se detectan problemáticas familiares que de otro modo quedarían ocultas”, y se puede hacer un trabajo coordinado con otros profesionales de los servicios sociales, psicólogas, logopedas, etc. y la propia escuela. Con los padres y las madres, además de implicarlos con reuniones, entrevistas informativas y tutorías, se realizan formaciones para tratar temas de relación, como los límites, premios y castigos … y para reforzar el vínculo con el barrio y la comunidad.