Mª Àngels Vallvé Ribera, presidenta de GVC Gaesco, reconoce que las actividades solidarias que lleva a cabo la compañía muestran a la sociedad su verdadera alma
GVC Gaesco está involucrada en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). ¿Por qué han apostado por este compromiso social?
Estamos en un sector, el financiero, que tiene unas connotaciones -seguramente sesgadas en algunos casos- de poca RSC. Pero creemos que nuestro objetivo como empresa tiene un compromiso social importante. GVC Gaesco es una empresa mercantil que ofrece a las personas que disponen de unos ahorros el hecho de que puedan invertirlos, obtener una rentabilidad y, sobre todo, protegerlos para poder disfrutar del futuro.
Esto, de por sí, ya es un objetivo social. Porque el ahorro es algo muy sagrado: significa una renuncia a un consumo, al disfrute presente, para proteger un futuro que es incierto. Nosotros cuidamos los ahorros, los rentabilizamos y los protegemos.
¿Qué actividades lleváis a cabo en el ámbito de la RSC?
Dado que hay una tendencia al alza y cada vez las personas son más conscientes de la importancia de ayudarnos, desde la Gestora, por ejemplo, tenemos fondos de inversión que invierten en empresas las que tienen unas políticas socialmente responsables muy claras y exigentes.
Aparte, colaboramos con Cáritas y aportamos nuestro grano de arena al Proyecto ARI de lucha contra el cáncer. Soy Vicepresidenta de la Fundación Provea que ayuda a personas de edad -que no tienen descendencia o están muy solas- a administrar sus bienes, a ir al médico o a tener compañía. Es también esta una parte de nuestro compromiso, porque creo que hay que volver a la sociedad todo lo que nos ha dado y, por tanto, ayudar a personas que han tenido menos suerte que nosotros y que se encuentran en dificultades ajenas a su voluntad.
¿Por qué decidisteis colaborar con Cáritas?
Hay muchas ONGs que tienen unos compromisos muy loables pero nosotros hemos decidido ser socios de Cáritas. Pienso que Cáritas ha dado ejemplo de una administración muy austera y bien gestionada. En mi opinión, es la entidad social con más prestigio y seriedad, ya que destina la mayor parte de sus recursos a ayudar a los demás.
Contáis con muchos trabajadores y clientes. ¿Cómo conseguís que esta colaboración llegue a estos públicos?
Procuramos hablarles siempre que podemos sobre nuestro compromiso social. En todas las conferencias que hacemos, siempre decimos al inicio con quien colaboramos. En diciembre, siempre hacemos recogida de alimentos -este año hemos recogido dinero para la tarjeta solidaria e, incluso, lo hemos hecho en junio porque creemos que no podemos recordar los más desfavorecidos sólo en Navidad, pues hay que ayudar en cualquier época del año.
¿Cuál es el retorno que tenéis por parte de los trabajadores cuando participan en actividades de este tipo?
Hay una buena colaboración. Lo notamos en la participación: hay muchos empleados y agentes financieros que se involucran y hacen su aportación. Esta Navidad les encantó la recogida de alimentos a través de la tarjeta solidaria: normalmente damos alimentos, pero este año hemos preferido ayudar a través de la tarjeta. Creemos que hay que proteger la dignidad de las personas y que puedan elegir qué quieren comer. Con la tarjeta solidaria pueden comprar lo que necesitan.
Finalmente, ¿qué pretendéis conseguir con esta política de RSC?
Hay algo que siempre digo y que me transmitió un cliente años atrás: “Sé buena persona porque a la larga resulta muy rentable”.
La compañía pertenece al mundo financiero en un sistema de economía de mercado, pero sin embargo siente una gran responsabilidad con sus colaboradores. Con estas otras actividades mostramos a la sociedad cuál es la verdadera alma de la compañía.