La responsabilidad de una vida digna | Blog de Cáritas Barcelona
Entidades con Corazón / 01/12/2025

La responsabilidad de una vida digna

Publicado por: Marta Plujà

Para cambiar el mundo debemos conseguir que los más jóvenes conozcan la vulnerabilidad que les rodea, debemos ayudarles a mirar la realidad con ojos críticos y darles herramientas de transformación social. 

No es una tarea fácil, pero con el espíritu de hacer lo que cada uno buenamente pueda, una treintena de voluntarias y voluntarios, bajo el paraguas de Escoles amb Cor-Educació amb Valors han realizado cerca de 300 charlas de sensibilización a un importante número de escuelas de la diócesis durante este curso que justo hemos terminado. 

Son charlas que trabajan los valores de la institución con un lenguaje que cualquier niño o adolescente pueda entender. Se habla del amor al otro, aunque sea distinto; del proceso de envejecimiento y de la riqueza que supone; de la necesidad de cuidar del Planeta, la casa común; de ayudar a quien lo necesita desde el altruismo; de personas que viven en situación vulnerable y de cómo se acompañan desde Cáritas. En resumen, plantan semillas que llevan incrustada la promesa de un mundo mejor sin la certeza de que florezcan. 

 En el ámbito universitario, se busca el mismo resultado, pero pensando que ellos serán futuros profesionales. Desde Universitats amb Cor, no nos cansamos de explicar que cualquiera puede poner su granito de arena en pro de una vida digna para todos. 

 Una vez conscientes de la realidad, se puede realizar una aportación de mejora desde cada espacio de experiencia: una propuesta de reforma de ley, indicadores de impacto social, el diseño de un espacio confortable de cuidado, una campaña de captación de fondos… Imaginación y creatividad al servicio de quien más lo necesita. 

Con este objetivo nació el concurso que premia los trabajos de fin de grado y de máster que tienen un mejor contenido social. El pasado año recibieron un diploma una treintena de estudiantes de prácticamente todas las universidades de la diócesis que acredita que, además de ser buenos profesionales, son buenas personas. 

Desde Esport, Oci i Cultura amb Cor, se intenta lograr que las personas que acompañamos —de todas las edades— puedan disfrutar de actividades de ocio positivas. No podemos obviar las difíciles condiciones de vida de la gran mayoría de estas personas: viven en diez metros cuadrados, a menudo con grandes restricciones de uso de los servicios, con trabajos precarios que les impide buscar algo mejor, con unos ingresos tan bajos que no pueden ni soñar con una salida al cine o con una extraescolar para sus hijos e hijas. 

Hay muchos clubes deportivos que ofrecen a niños y adolescentes actividades extraescolares y casales de verano. Pero no es suficiente. ¿Y los jóvenes? Seguramente lo necesitan más aún.  

Facilitar el acceso al deporte tiene beneficios en su salud, sí, pero también les abre una puerta a socializar de forma sana, a establecer vínculos relacionales que les ayudarán a desarrollarse en un entorno adecuado y cuyos valores les refuercen la resiliencia. 

Tener un trabajo decente es básico para construir un futuro digno, pero muchas personas jóvenes en situación vulnerable carecen de esta oportunidad. Desde Cáritas las acompañamos con el proyecto Llankay para que puedan conseguirlo. 

De nada sirve formar a estos jóvenes en habilidades laborales si no tienen ocasión de experimentarlas en un entorno real. Por eso, encuentros como los que ofreció Burberry al grupo de chicos y chicas para visitar las instalaciones de la tienda del paseo de Gràcia de Barcelona son una práctica que contribuye a compartir sus anhelos, dificultades y deseos con los trabajadores y trabajadoras de la firma, con los que les une haber vivido un proceso migratorio. Porque es cuando nos fijamos en lo que tenemos en común que podemos avanzar. 

Desde Empreses amb Cor se trabaja para que las personas a las que acompañamos tengan las necesidades materiales cubiertas, pero también el cuidado emocional. Y en esto último, la experiencia de poner en contacto al voluntariado corporativo con personas en situación vulnerable suele dar muy buenos resultados. Este es el caso del bingo organizado con personal de Galderma —empresa especializada en productos de dermatología— en los pisos con apoyo para personas mayores que Cáritas tiene en el barrio de la Almeda de Cornellà de Llobregat alrededor de Navidad. 

Además de jugar un buen rato, la empresa ofreció a los residentes una buena merienda y muchos regalos. Ahora bien, lo mejor de todo, poder volver a reír, recuperar la ilusión. 

Desde Entitats amb Cor no nos cansaremos de recordar que la vida digna es un derecho, pero que implica una responsabilidad compartida. Todos estamos llamados a ponerle un poco de levadura. 

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Periodista. Técnica del departamento de sensibilización.

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