El pasado viernes 23 de mayo, el Espacio Polivalente de Cáritas en Badalona acogió un encuentro emotivo y enriquecedor sobre el duelo migratorio, un fenómeno psicológico que afecta a miles de personas que han tenido que dejar su país de origen para empezar una nueva vida en un lugar desconocido
La sesión, conducida por la psicóloga Maria Robert y acompañada por la técnica en intervención intercultural Omaira Beltrán y la educadora Laura Ruiz, ofreció un espacio seguro donde varias mujeres migrantes que participan en el grupo xarxa del Espai Polivalent de Badalona pudieron compartir sus vivencias, dolores y relatos de superación.
Un proceso colectivo de duelo y esperanza
El taller empezó con una dinámica basada en imágenes, como punto de partida para abrir el diálogo. Estas imágenes sirvieron para evocar recuerdos, emociones y experiencias vinculadas a la migración, dando pie a que las participantes contaran sus propias historias.
La mayoría de las mujeres eran originarias de América Latina, pero también había presencia de Marruecos, mostrando que el duelo migratorio es un fenómeno transversal que afecta a personas de diferentes culturas. Muchas de ellas explicaron cómo fue irse de sus países, dejando atrás a sus hijos. Otras, en cambio, explicaron que el motivo de migrar fue encontrar una vida mejor, reuniéndose con familiares que ya vivían en Badalona.
El duelo migratorio: más que nostalgia
“El duelo migratorio no es sólo la nostalgia de lo que se ha dejado atrás, sino un proceso complejo que incluye pérdida de identidad, dificultades de adaptación y, en muchos casos, un profundo sentimiento de soledad”, afirmó la psicóloga Maria Robert. Sin embargo, también destacó la resiliencia de las mujeres presentes, que, pese a las adversidades, han encontrado formas de avanzar y construir nuevas redes de apoyo.
Omaira Beltrán y Laura Ruiz aportaron sus perspectivas como profesionales en intervención intercultural y educación respectivamente, subrayando la importancia de espacios como éste, donde las mujeres pueden sentirse escuchadas y acompañadas. “Tomar un café puede ser la excusa para reunirse y explicar, simplemente, cómo ha ido el día”, apuntó Beltrán. Un gesto que agradecieron mucho a las participantes del grupo xarxa del Espacio Polivalente de Badalona.
