más de 2.000 personas colaboradoras de Cáritas Diocesana de Barcelona asistieron el pasado 29 de noviembre al tradicional concierto de Navidad de la Sagrada Familia. El concierto ha querido cerrar los diversos actos que Cáritas Diocesana de Barcelona ha llevado a cabo para conmemorar sus 75 años de historia.
El concierto fue a cargo de la Orquesta Nacional Clásica de Andorra y el Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana, dirigidos por Xavier Puig. Durante el concierto, el público disfrutó de algunas piezas clásicas de Johann Sebastian Bach, entre otros, pero también pudieron escuchar algunas de los villancicos más tradicionales y conocidas como Santa noche o El chico de la Madre.
Antes de iniciarse el concierto, el director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets, quiso dirigir unas palabras a todas las persones asistentes. Busquets empezó agradeciendo el apoyo de todos los socios, donantes, personas voluntarias, profesionales y padres que diariamente colaboran con Cáritas Diocesana de Barcelona. “Nuestra tarea la podemos hacer gracias a todos vosotros, teniéndoos a nuestro lado para poder siguiendo haciendo este camino. Hace 75 años que estamos al servicio de las personas, y queremos seguir muchos años más construyendo una sociedad más justa y solidaria”, indicó Busquets.
Así mismo, el director de Cáritas Barcelona quiso recordar que la pobreza y la exclusión social continúan presentes en Barcelona, y alertó que 1 de cada 4 personas de la diócesis vive en situación de exclusión social. “Esta cifra es grave, y sitúa la pobreza de Barcelona por sobre la media de Cataluña”, ha explicado. Con todo ha querido hacer un llamamiento a la esperanza, afirmando que la exclusión social con la cual convivimos no es inevitable, sino que puede revertirse. Para hacerlo ha pedido políticas sociales públicas adecuadas, y que la sociedad civil siga respondiendo con la solidaridad con que lo ha hecho estos últimos años.
Por su parte, el Cardenal Arzobispo de Barcelona y presidente de Cáritas Diocesana de Barcelona, Joan Josep Omella habló de las heridas que provocan las desigualdades, indicando que estas no son fáciles de curar, y que no pueden cerrarse de cualquier manera. Por este motivo, ha hecho un llamamiento a no trabajar desde la prisa y la inmediatez, sino desde la cura y la paciencia. “Los profesionales y voluntarios de Cáritas saben que los procesos vitales de una persona necesitan tiempo, y que la acción de Cáritas nunca se tiene que guiar por la inmediatez o la desazón, sino por un espíritu de trabajo constante”, ha indicado Omella.
El Arzobispo de Barcelona, ha advertido que vivimos en una sociedad que actúa marcada por “la ahora mismo”, y que tenemos que saber pararnos y reflexionar sobre nuestras acciones. Finalmente, ha hecho un llamamiento a los asistentes, pidiéndoles que estén junto a las personas que más quieren, pero también de los que más sufren, sobre todo en Navidad.
